Ángel Núñez Pombo destaca en recorrer un camino inverso al común, ya que parte como un artista de instalaciones que ha trabajado con vídeo, interacción, robótica, arte digital y en general todo el espectro de la escultura expandida, y en el proyecto Lágrimas negras, Núñez Pombo nos presenta un trabajo visceral que cuestiona ideas sobre radicalidad y tiempo. Una pintura consciente de su carácter necesariamente post-conceptual que bebe tanto de ideas del Barroco como del Minimalismo. Una búsqueda identitaria en la que Ángel Núñez Pombo se ha puesto a dialogar con sus gigantes y con sus muertos, en la que esta vez nos plantea que el tiempo es más corto que el espacio y para ello se acerca a un medio como la pintura, con plena consciencia de su historia y de que es el dispositivo creador de imágenes por excelencia de la historia de Occidente.