El conjunto de obras de esta muestra representan un acercamiento al imaginario creado a partir de un análisis, desde mi proceder como artista plástico, de mi propio árbol genealógico. He querido trazar con estos dibujos esta suerte de mapas que me revelan las directrices y desplazamientos de las tramas tejidas en el tiempo entre los diversos integrantes de mi historia familiar como una manera de comprender mi presente.

Este trabajo de revisión del propio árbol genealógico comienza con otras series de obras anteriores en donde me había interesado por procesos biológicos de adaptación y supervivencia de los seres vivos. En mi obra anterior, Fenocopias, mi trabajo se inspiraba en este concepto de la genética, como un conjunto de manifestaciones externas de un ser (de forma), diferentes entre sí, que resultan de un mismo contenido ... genético e incluso de un contenido genético del que carecemos. En este trabajo, consecuencia del anterior, mi referente principal es mi árbol genealógico, relacionado con la idea de epigenética: A grandes rasgos, un contenido no genético que representa el ochenta por ciento de todo nuestro ADN y que almacena información aprendida generación tras generación. Con esta idea creo entender que podemos ser partícipes en la creación y modificación de nuestra propia historia. Según la epigenética toda la información aprendida y almacenada dejaría huella en cómo nuestros genes se expresan, y además esta información pueden ser transmitida a futuras generaciones. Cabe preguntarse si todo trabajo que una persona quisiera realizar con una mirada de comprensión a su autobiografía pudiera verse reflejado en consecuencia en su propia biología. Esto bajo la idea de que gran parte de lo que somos o creemos que somos, en la luz y la sombra, es decir, en nuestra dicha y nuestro dolor, ha sido construido a través de nuestra historia, en la relación con los adultos que nos rodearon, nuestro nivel socio-económico, nuestro barrio, nuestro colegio, nuestro país, nuestro idioma, etc. Pero sobre todo en torno a nuestros seres queridos más cercanos, nuestra familia.

Los dibujos de esta exposición son mi primer acercamiento plástico a los distintos personajes o arquetipos de mi propia historia, en mi familia. Formas y fondos, figuras trazadas desde mi imaginería orgánico-mecánica, relacionados unos a otros con sus filias y fobias, sus necesidades, amores, dolores y pasiones, representados como simples líneas o complejos mecanismos engarzados unos a otros, unidos por tentáculos desesperados, apresados en oquedades sin salida o liberándose al infinito. Todos unidos por estos hilos y con uno de los cuales yo avanzo hoy en día: el hilo con que este hijo cose su propio árbol.