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Las 'líneas del deseo' son el nombre que reciben los caminos creados en la tierra por los viandantes de una manera espontánea, por voluntad propia y evitando las 'rutas oficiales' diseñadas por urbanistas y políticos. Estas líneas improvisadas materializan los deseos latentes, físicos y psicológicos de encontrar otros itinerarios subjetivos para navegar el tejido urbano-social preestablecido. Tomando como punto de partida este fenómeno antropológico, Líneas del deseo agrupa una serie de prácticas artísticas que exploran formas alternativas y/o subversivas de navegar las convenciones urbanas y espacios sociales, y como estas 'tácticas' generan nuevos espacios para el diálogo y la creación dentro de las super-estructuras sociales y de poder.

El tríptico de ... fotografías Shortcuts (2004) de Mircea Cantor ilustra el aspecto más literal de estas líneas del deseo, que se perfilan como caminos imprevisibles llenos de posibilidades y contenido político y emocional.

Los vídeos Looking Up (2001) de Francis Alÿs, Paris FRANCPRIX (2003) de Mark Aerial Waller, o Allee Der Kosmonauten (2007) de Filipa César apuestan por modelos de convivencia semi-lúdica que convierten a ciudades como México DF, París o Berlín en improvisados campos de juego. Pruitt-Igoe Falls (2009) de Cyprien Gaillard o The Black Tower (1985-87) de John Smith a su vez, buscan sensaciones irracionales como el conflicto, la frustración y las fantasías más oscuras que laten de manera colectiva dentro de las comunidades y que se manifiestan a nivel subjetivo.

El Mapa del Futuro Abandonado (2006) de Regina de Miguel cartografía el espacio liminal entre los 'terrain vagues' -o solares desaprovechados de las metrópolis- y las emociones humanas, vinculando ambos universos a través de la psicogeografía y la idea de potencialidad permanente en cada espacio urbano. La serie de dibujos Property Lines (2008) de calcos en papel y grafito que Francisca Benítez hizo durante sus paseos por Nueva York sobre placas metálicas de propiedad privada incrustadas en el pavimento, ponen en relieve la tensión entre el peso del sistema capitalista - materializado en la arquitectura y sus placas - y lo efímero de la vida humana, patente en los ligeros frotados sobre papel resultantes.

Marches (2008) de Lawrence Abu Hamdan o Gigantes y cabezudos (2012) de Alejandra Salinas & Aeron Bergman son dos piezas sonoras en las que los sonidos cotidianos y populares, como el de los zapatos sobre los pavimentos o la orquesta y bullicio de unas ferias de pueblo se sacan de contexto provocando una explosión de los placeres de la vida diaria y la participación colectiva.

Líneas del deseo también se enorgullece de presentar dos proyectos específicos comisionados para la exposición. Laura Oldfield Ford llenará los ventanales del Espai en la Plaza de Catalunya con una serie de murales combinando dibujos de sus derivas por Barcelona, particularmente por la cercana zona del Raval, con otros inspirados por las recientes manifestaciones que han tenido lugar en las calles de la ciudad. Alex Reynolds producirá un libro de artista que hará accesible por primera vez al público general su pieza But They Are Not You (2011), en la que ocho ciudadanos de Estocolmo se prestaron como voluntarios para participar, a través del intercambio de varias cartas postales, en la creación de una ficción urbana coral en la que sus vidas ficticias se mezclaron con las de las de otros con consecuencias imprevisibles.