«Lo que queda de ayer» es una muestra de 9 fotografías de medio y gran formato realizadas por la fotógrafa Sofía de Juan en lugares tan dispares como India, Nepal o Turquía, en las que la artista intenta retener trazos de vida a punto de desaparecer, intemporalizando su efímera presencia mediante el mismo mecanismo reconstructor que la memoria usa para aportar levedad al peso del recuerdo, subjetivizándolo, dotándolo así de eternidad.

Desde aldeas abandonadas en Galicia a festivales hippies o campamentos de refugiados tibetanos, los temas que retrata Sofía de Juan no son sino vestigios de culturas o lugares en vías de extinción, que suponen la presencia casi ausente de momentos únicos e irrepetibles que trascienden lo convencional y se trasladan al espacio de la intemporalidad por medio de la instantánea fotográfica. Lo irrepetible se convierte en eterno por la ... imposibilidad de ser relativo a un antes y un después.

En «Lo que queda de ayer» se recogen lugares recónditos, fotografiados con una intención casi arqueológica, y retazos temporales, momentos volátiles que pasarían desapercibidos para nuestra mirada si la cámara no los hubiese inmortalizado. Cada uno de ellos nos permite recrear, a partir de huellas que la artista selecciona, la historia del lugar, o de un pueblo, construyendo una realidad que probablemente sólo exista en nuestra imaginación.

“La fotografía siempre ha estado íntimamente ligada a la memoria. A pesar de su lenguaje, a veces fragmentario y desnaturalizado; a pesar de que recorte, mutile, altere y reconstruya aquello que es mirado, la captación de una imagen no es sino un intento de atrapar un pedazo de tiempo, guardarlo en una caja y etiquetarlo para conservar aquello que en nuestra cabeza se tornaría volátil e iría perdiendo forma y color. Conserva el recuerdo, cargándolo de entidad y presencia.”