Cado Manrique ens porta les seves arquitectòniques escultures plenes de rerefons social.
[–] MAL Oberta del 27 de maig al 2 de setembre
Cado Manrique, nacida en la isla de La Palma, Tenerife, se licenció en Bellas Artes en la universidad de Barcelona. Conoció el Empordà en los años 70 donde se instaló para posteriormente trasladar su taller de producción creativa en Vulpellac. A día de hoy sigue proyectando sus obras de fundición de hierro y maderas nobles, alguna de las cuales permanece expuesta en el jardín de esculturas de la Fundació Joan Miró.
He de decir que una de las cosas que más me fascinó de ver a Cado Manrique en su taller, fue descubrir la manera que tiene de coger, tocar y colocar sus obras. Sus manos van directas a las piezas con un conocimiento intrínseco y sin ápice de duda de pesos y dimensiones. Cada creación, en cierto sentido metáfora...de una idea arquitectónica abstracta, puede ser visualizada desde múltiples ángulos y posiciones que Cado maneja con total soltura y decisión. Allí donde la pieza toma su equilibrio, su abertura y su óptima personificación, es donde la artista la sitúa para que exprese la máxima alegoría de la actualidad que denuncia.
Y es que sus obras no son meros ensayos geométricos, sino el resultado sintético de un discurso político y económico que subyace a nuestro entramado social. La migración de seres y su desubicación, la importancia de los espacios que los expulsan, trasladan y acogen, es línea conductora del reciente trabajo que ha ocupado a la artista y que podremos ver en la presente exposición [–] MAL.
Propuestas constructivas que acogen humanidades desorientadas, impelidas y fuera del lugar que les debería pertenecer.
Cado nos acompaña a través de los títulos de sus obras con una intencionalidad comunicativa que pretende despertar en nosotros una oportunidad de reflexión: Derrumbes, Caminos, éxodos, Construcciones, Lugares de reflexión, Acuerdos y momentos para las Confidencias. ¿Dónde está la llave, la llave de los campos? Esa llave que ella supo encontrar en el pequeño pueblo de Vulpellac, en el Baix Empordà. Visionaría de su época al ubicarse en la tranquilidad de las amplias extensiones de trigo para suavizar el sentido de la sinrazón de ciertos procederes del hombre.
El trato con la artista ha sido de una profesionalidad excelente, y es que no es para menos la cantidad de espacios a las que ha sido llamada a exponer. Sus piezas han sido mostradas en Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, ha expuesto en Arts Santa Mónica, Fundació Joan Miró, Galería Magda Lázaro y Galería Tom Maddock, entre otras exposiciones de ámbito nacional. También ha presentado obra en el Artexpo de Nueva York, en la feria Internacional Kunstmesse de Innsbruck, en la Feria de Arte Contemporáneo de Estrasburgo además de en otras galerías europeas.
Para esta exposición se ha editado un monográfico que vendrá a sumarse a otros catálogo y colectivos donde la artista ha participado.
