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Estarán presentes 12 grabados de la serie 'Mariana', 6 de sus conocidos 'Perfiles', junto con otras piezas de este artista internacional, que la Fundación Gregorio Prieto, como viene siendo habitual desde hace años, trae a su museo de Valdepeñas en fechas tan significativas como las 'Fiestas del Vino'.

Manolo Valdés fue sustituyendo la serigrafía, técnica favorita cuando formaba parte del Equipo Crónica, por el grabado al aguafuerte y resinas con collage, que se convierte en una constante en su obra gráfica desde 1991. El aguafuerte favorece la incursión de la impronta tan personal del artista, al permitir la expresión libre de la línea y su trazo sobre la plancha cubierta de barniz. En el proceso de creación, suele emplearse al menos dos planchas, una para las resinas, que se usa para estampar los fondos y zonas de mancha, ... y otra más para el dibujo del perfil de la figura; sobre el papel se incorpora el collage (serigrafía) con su habitual repertorio iconográfico de fragmentos de pinturas de grandes maestros de la pintura internacional.

Su recreación en la propia materialidad (textura, calidad, etc.) al igual que en sus esculturas y pinturas, junto con su total dedicación en el proceso creativo y de fabricación, es permanente en su trabajo de la gráfica. Por lo que la producción de grabados de Valdés se equipara en cuanto a calidad y creatividad a cualquiera de los otros campos en los que trabaja el artista, como son la pintura y la escultura, y que igualmente suscita un gran interés entre coleccionistas.

Valdés vuelve la mirada hacia los clásicos para dar una nueva orientación estética a través de la materia, la luz y el color. Los trabajos de los grandes creadores, le sirven de 'pretexto' para sus planteamientos estéticos, en los que la textura, la materia, la representación del cuerpo humano y la expresividad son palpables en su pintura. En sus trabajos escultóricos refleja una profunda reflexión sobre la materia y el espacio, que le ha llevado a la creación de obras ciertamente monumentales.

Es al iniciar su andadura en solitario a principios de los 80, cuando Valdés demuestra una especial inclinación hacia la escultura y la exploración de la materia en busca de texturas más informales. En definitiva, busca la policromía natural de la materia, sus accidentes. Como el propio artista explica: 'mi escultura tiene mucho de mi pintura; me interesan las texturas. Una vez hecho el volumen, recorro topográficamente la superficie para ver una pequeña mancha, un agujero (...). De la misma manera que nunca uso un lienzo en blanco, tampoco soy capaz de coger un bloque y sacar de él la escultura. No podría ponerme ante un bloque aséptico (...)'.

Desde el punto de vista temático, se inspira en el arte de los grandes maestros de la pintura: Goya, Velázquez, El Greco, Ribera o Zurbarán, y nunca oculta sus modelos, sino que los subraya, precisando su referencia en los títulos de sus obras.

Considerado uno de los más importantes artistas contemporáneos españoles en activo y con una gran reputación internacional, Manolo Valdés nació en Valencia en 1942. Comienza su formación en 1957 al ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en su ciudad natal. Inició su carrera a principios de los años 60, fue miembro fundador de Estampa Popular Valenciana (1964-1967) y, más tarde, creó junto a Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo el Equipo Crónica, con el que desarrolló una importante labor durante 17 años, hasta el fallecimiento de Rafael Solbes en 1981. Desde entonces, Manolo Valdés comenzó una nueva etapa profesional en solitario, como pintor, escultor, grabador y cartelista, participando en numerosas exposiciones individuales y colectivas.

A finales de 1982 presenta en la Galería Maeght de Barcelona sus primeras realizaciones en solitario. Esta muestra es de suma importancia ya que en ella afloran ya los planteamientos plásticos que regirán toda su obra posterior: la textura, la materia, la representación del cuerpo humano, la expresividad y la fuerza contenida de los rostros. Manolo Valdés comienza, en 1983, una importante trayectoria en el campo de la gráfica y recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas por el conjunto de su obra. En 1986 es invitado a participar en La Bienal del Festival Internacional de Artistas Plásticos de Bagdad, obteniendo la Medalla de Oro del certamen.

En 1989 traslada su residencia a Estados Unidos, instalándose temporalmente en Nueva York. La ciudad le atrae y le cautiva. Entra en contacto con el arte americano, lo que propicia un giro trascendental en su estilo: modifica el tamaño de las obras, aviva su paleta y vuelve a utilizar imágenes de los mass media, influencia que se percibirá en sus ulteriores trabajos.

En 1991 Valdés se convierte en asiduo visitante del Metropolitan Museum. Esto repercutirá en su temática y junto a los pretextos sobre obras de los grandes maestros de la pintura, comienzan a aparecer en su obra pictórica y escultórica otros pretextos. Excepcionales son sus trabajos en torno a retratos tomados de la pintura clásica: Retrato con marco, Retrato con gorguera o Retrato con turbante, y otros basados en imágenes extraídas de los medios de comunicación, como en la serie que realiza en torno al personaje de Mickey Mouse.

En escultura desarrolla el tema de las librerías sirviéndose de la madera como elemento principal. En grabado, trabaja con grandes formatos sobre la iconografía de la Infanta María Teresa y de la Reina Mariana que estampa en el Taller Mayor de Madrid y que personaliza a través de diferentes tonalidades de fondos y especialmente mediante la incorporación de variados collages de distintos artistas a los que pretende rendir un sincero homenaje.

A partir de 1992, aunque sigue pintando, la escultura en madera centra su interés. Elabora mesas sobre las que descansan libros, vasijas griegas o lámparas. El desarrollo de estas obras precisa de nuevos espacios, por lo que traslada su estudio a un antiguo taller fotográfico en un edificio industrial de Nueva York. En pintura realiza obras de gran potencia: Dama con tocado blanco, Joven con sombrero ocre, Boticelli como pretexto, centradas en los turbantes o tocados que cubren rostros anónimos. En 1993, su pintura se centra en la temática de naturalezas muertas. En 1994 los objetos de uso cotidiano comienzan a incorporarse a su obra.

En los últimos años destaca la internacionalización de su obra, que le lleva a participar en numerosas obras colectivas y a la obtención de importantes premios, como el de la Feria Internacional de Arte ARCO de Madrid en el año 2000. También destaca su dedicación a la escultura monumental y pública que se inicia con la realización de La Dama Ibérica, de más de veinte metros de altura.

En el año 2005 una completa exposición de sus Reinas Marianas e Infantas Margaritas llegaron a los Jardines del Palais Royal de París, convirtiéndose en la primera parada en el recorrido de las Meninas por Europa. En total nueve Reinas Marianas y doce Infantas Margaritas que después viajaron a Zürich (2005), España y Helsinki. En el 2006 algunas de estas esculturas fueron expuestas en el Desert Botanical Garden en Arizona, convirtiéndose en la primera visita de la obra de Valdés a la costa oeste de EEUU, que continuó en el 2008 con Valdés in San Francisco en el San Francisco Civic Center (California, EEUU). En el año 2006 se inaugura su primera exposición en el Museo Reina Sofía, en la que se resumen los trabajos de sus últimos veinticinco años. Ese mismo año, la Fundación Maeght en Saint-Paul (Francia) le dedica una exposición individual. Ya en el 2008 además de la exposición Recent Sculpture and Painting en Marlborough Chelsea, se celebran sendas muestras individuales en The State Russian Museum (St. Petersburg, Rusia) y en el National Art Museum of China (Beijing). Durante 2008 y 2009 es importante destacar la exposición itinerante organizada por la Fundación La Caixa, que mostró una selección de esculturas monumentales por las calles de las ciudades españolas.

Cabría destacar entre las numerosas obras públicas presentes en diferentes ciudades del mundo, la gran escultura monumental -La Dama del Manzanares- en bronce y acero de 13 metros de altura instalada el Parque Lineal del Manzanares (Madrid) o Las Damas de Barajas en el aeropuerto madrileño, realizadas en colaboración con Mario Vargas Llosa; también La Exorcista en la ampliación del Puente de Cantalojas en Bilbao; o la gran Cabeza que se levanta en la plaza de una de las avenidas principales de Biarritz. En el 2002, dentro del Parks & Recreation's Public Art Program, Valdés mostró una escultura monumental de bronce titulada La Dama en Park Avenue, así como en el 2007 el grupo escultórico que se expuso en Bryant Park (Nueva York, EEUU).

Su obra forma parte de las más prestigiosas colecciones públicas del mundo: Centre National d'Art et de Culture Georges Pompidou (París, Francia), Chase Manhattan Bank Foundation (Nueva York, EEUU), Fundación Juan March (Madrid), IVAM (Valencia), Kunstmuseum (Berlín, Alemania), Legion of Honor Museum (San Francisco, California, EEUU), Metropolitan Museum of Art (Nueva York, EEUU), Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo (México), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), MOMA, Museum of Modern Art (Nueva York, Estados Unidos), State Russian Museum. Marble Palace (San Petersburgo, Rusia), Würth Museum (Kunzelsau -Alemania- y La Rioja), etc.

Manolo Valdés es un artista holístico que trabaja la pintura, la escultura y la obra gráfica, y ha obtenido las más altas distinciones. Representó a España en la Bienal de Venecia otorgándole el Ministerio de Cultura el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1983 y la Medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes en 1998. Igualmente ha recibido innumerables premios y condecoraciones extranjeros, como el Primer Premio del Festival Internacional de Artistas Plásticos de Bagdad, en 1986; la Orden de Andrés Bello, Venezuela, 1993; el XXXIIéme Prix du Conseil Nacional, Fondation Prince de Mónaco, 1997; Premio de la Asociación de Críticos de Estampa, 2000; Premio de la Asociación Española de Críticos de Arte, Madrid, 2000; Premio al Mejor Artista de Estampa 2002, entre