Manolo Valdés ha realizado exposiciones individuales en todas las partes del mundo y ha cosechado multitud de premios: En 1984 recibe el Premio Nacional de Bellas Artes. En 1985 se le concede la Medalla Nacional de Pintura en España. En 1986 obtiene la medalla de la Bienal en el Festival Internacional de Artes Plásticas de Bagdad (Iraq). En 1993 recibe la Condecoración de la Orden de Andrés Bello de Venezuela, que el año anterior ha recibido el escultor Eduardo Chillida. En 1999, es elegido representante español en la 48ª edición de la Bienal de Venecia. En el año 2001 se celebra su primera gran retrospectiva en el Museo Guggenheim de Bilbao. La Foundation Maeght presenta en el 2006 una antológica en St. Paul de Vence, comisariada como la anterior por Kosme de Barañano. En el 2007 el Museo Reina Sofía de Madrid le consagra una ... retrospectiva.

En este momento Manolo Valdés es el más internacional de los artistas españoles vivos. También la temática de sus obras recorre el curso de la historia del arte, de la representación de caballos en la escultura china, a las imágenes del arte europeo -del Renacimiento a Matisse o a Klee y al mundo pop- o a los iconos de la publicidad de la vida cotidiana del mundo americano, de las bolsas del Metropolitan a la imagen del mito infantil Mickey Mouse, o a la Isabel de Francia de Velázquez en una escultura de bronce

Esta exposición de La Haya desea presentar a la vez la obra gráfica, pictórica y escultórica de Manolo Valdés como un todo que dialoga entre sí y que se fecunda en la realización y en sus problemas cotidianos, tanto iconográficos como matéricos. No es que se subraye el interés de su escultura en esta ocasión con las 22 piezas de gran formato colocadas en la calle Lange Voorhout sino que se quiere matizar que escultura y obra gráfica han ido paralelas en la praxis del artista desde su comienzo.

Para esta exposición hemos llevado a cabo una selección entre las esculturas y los grabados, así como de dos lienzos, realizados durante los últimos diez años a través de la cual podemos introducirnos en la estética y en la filosofía del arte de este gran artista. La relación es amplia: cuatro Cabezas femeninas que vigilarán la avenida en su comienzo y final, el Caballero, 2008 y la Dama a caballo, 2008 que miran hacia la Sociedad del Arte en la mitad del trayecto y dentro de él una serie de nueve Meninas y otras cabezas como los tres Colosos, 2005, Lillie, 2006, la Odalisca, 2006, Lydia, 2004 o la versión de la Dama, 2001 rememorando la escultura ibérica de la Dama de Elche. En la Sociedad del Arte hemos colocado 10 esculturas de pequeño formato, 50 dibujos, 32 grabados y 2 óleos.

La obra plástica de Manolo Valdés, tanto en su pintura como en su escultura, reúne materiales, telas, maderas, etc. congregándolas para conformar una imagen que -en otra escala y en otro contexto- creemos recordar o ya conocíamos. Trabaja sus materiales como un costurero y les da forma mimetizando en cierta manera una realidad preexistente, como lo eran las ideas en la filosofía de Platón. No es una realidad cotidiana, anecdótica ni banal, sino que es la apretada conformación de luz y color, de imago y forma ya colocada por alguien antes y que el transforma a través de su celosía particular.

Valdés fragmenta, deconstruye y reconstruye a la vez, alternativamente, sin saber en qué orden estas operaciones se suceden. Da lo mismo con los rostros que con los paisajes, con las anatomías que con los bodegones. Todo en él es una inmensa reserva de fragmentos que en sus manos se convierten de nuevo en imagen. Envuelve imágenes de la caverna platónica, ya vistas en formas, colores y texturas, como puros componentes estéticos de un trabajo plástico. En la talla del zapatero prodigioso reordena la mirada sobre la Historia del Arte y conforma su vidriera especial, su mundo panteista. Su magia -manipulando iconos de Rubens a Matisse, de Velázquez a Lichtenstein- reside en la descontextualización y en su capacidad de reactivación icónica.

Su escultura pública comienza en 1999 con un proyecto para Bilbao. A la vez se le encarga un gran proyecto, sobre la Dama de Elche para una de las glorietas de la ciudad de Valencia, cuyo primer boceto en gran escala se colocara a principios del 2002 en Park Avenue en Nueva York. En 2000 una escultura titulada Menina, de siete metros de altura y 11 toneladas de peso se instala en Madrid. Después se instalan esculturas de Valdés en Montecarlo, Munich, Valencia, Biarritz, etc. La Haya presenta ahora 22 grandes esculturas al aire libre en su calle principal y mas bella.

La propuesta estética de Valdés no solo es una de las más válidas del terreno español, sino con clara ventaja una de las voces mas propias y reflexivas sobre la Historia del Arte de la estética internacional.