Federico Cantini se pregunta por una posible representación de la protesta callejera a la luz de la coyuntura política de estos últimos meses. Confecciona una barricada gestada específicamente para el espacio expositivo sin dejar de perder su carácter de urgencia e improvisación. Ruedas de autos, palos, piedras y escombros, pintadas sobre paredes y ventanas son los materiales que utiliza para diagramar una instalación que en su formalización evoca a dispositivos de identificación heroica, como son los monumentos. ¿Es factible de representar esa sustentabilidad que mantiene a una llama ardiente?, ¿cuál es el grado de representación en la formalización de una barricada en esta coyuntura de premuras? Sebastián Vidal Mackinson, Mayo 2016