Las Visiones de Ediacara que Mara Ona presenta en su primera exposición individual participan de la pulsión que anima la "unidad de la Voluntad Creativa en la Naturaleza y el Arte", como proclamó Karl Nierendorf en el prólogo al álbum de fotografías Formas del arte de la naturaleza (1928), de Karl Blossfeldt. Inmersa en un proceso de investigación centrado en la integración de técnicas cerámicas y formalizaciones escultóricas, Mara Ona remite en sus obras a las formas primigenias del periodo geológico Ediacárico, antesala del Cámbrico, cuya historia continúa siendo un misterio abierto a todo tipo de interpretaciones y teorías entre las que prevalece su condición de experimento evolutivo fallido.
El enigma acompaña a Ediacara. No existen certezas sobre el origen, conservación y súbita desaparición de su rica fauna marina, más allá de los moldes que sus cuerpos blandos dejaron en los sedimentos. El barro los atrapó y con barro Mara Ona...modela aquellos primeros organismos imaginando sus formas arcaicas que convierte en imágenes corporales, mágicas y proféticas, insólitas y fantásticas, de raigambre surreal.
Para la producción de sus Visiones de Ediacara, Mara Ona ha contado con el apoyo de la Fundación Bilbao Arte.
Para el escultor la memoria es una cualidad propia del mismo material: la materia es memoria. Las esculturas que Mara Ona modela en barro refrendan la afirmación del historiador Georges Didi- Huberman, siempre atento a las reflexiones teóricas y experiencias artísticas que se esfuerzan en repensar nuevos modos de compilación y remontaje, por tratarse de mecanismos que propician nuevos encuentros y configuraciones delatores de un saber extraño e infinito, abierto a continuas metamorfosis y multiplicidades. La escultura en barro de Mara Ona se integra en la historia natural infinita cuyo devenir se disuelve en el tiempo a través de un enjambre espontáneo de imágenes insólitas y fantásticas que remiten a estructuras antropológicas del imaginario.
Las Visiones de Ediacara que Mara Ona presenta en su primera exposición individual participan de la pulsión que anima la "unidad de la Voluntad Creativa en la Naturaleza y el Arte", como proclamó Karl Nierendorf en el prólogo al álbum de fotografías Formas del arte de la naturaleza (1928), de Karl Blossfeldt. Inmersa en un proceso de investigación centrado en la integración de técnicas cerámicas y formalizaciones escultóricas, Mara Ona remite en sus obras a las formas primigenias del periodo geológico Ediacárico, antesala del Cámbrico, cuya historia continúa siendo un misterio abierto a todo tipo de interpretaciones y teorías entre las que prevalece su condición de experimento evolutivo fallido, superada ya la premonición de ser trampas colocadas por un dios malicioso cuando se hallaron los primeros fósiles en 1886.
El enigma acompaña a Ediacara. No existen certezas sobre el origen, conservación y súbita desaparición de su rica fauna marina, más allá de los moldes que sus cuerpos blandos dejaron en los sedimentos. El barro los atrapó y con barro Mara Ona modela aquellos primeros organismos imaginando sus formas como lo hiciera Ernst Haeckel, cuyas ilustraciones inspiraron a artistas y movimientos artísticos; también a Mara Ona, que convierte en imágenes corporales, mágicas y proféticas los dibujos del biólogo imaginando también en su primitivismo la belleza de lo esencial.
Ajena a la realidad de las cosas, Mara Ona atiende al encuentro de ecos ancestrales en obras de raigambre surreal que le permiten ver sin ojos. [Chus Tudelilla]
Entrada actualizada el el 04 may de 2021
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