En una declaración emitida en 1993, Marcos Coelho Benjamim se definió como un "creador de cosas". La franqueza con que se explica a sí mismo no contradice en modo alguno la sofisticada integridad de su trabajo. Estas "cosas", que pueden ser en forma de pinturas, dibujos, esculturas u objetos, nos muestran cómo el artista retrata un sentido de verdad y una invención poética libre en su obra.
Este invento se deriva de una intuición fluida que, haciendo uso de cualquier material, ya sea crudo, residual o industrial, crea algo nuevo, forzando un sentido de las cosas más allá de lo que originalmente tenían sin necesidad de renunciar a ninguno de sus elementos primarios. Rasgos físicos o formales.
Sin embargo, al observar detenidamente su "material de trabajo", contrariamente a lo que a primera vista parece ser una "estética precaria", Benjamim nos hace darnos cuenta de que este elogio a lo frágil es solo...parcial. Existe, de hecho, una elegante síntesis entre elementos materiales y plásticos de una cultura popular que le es muy querida, con problemas formales de la palabra de la escultura contemporánea (como la repetición, la serialidad, el gesto, la concisión, el límite entre los idiomas ilustrados). , por ejemplo, en sus “graters” y pinturas con láminas de zinc, que tienen una presencia escultórica pero activan la superficie bidimensional dimensional (pictórica) que nos invitan a reconocer una conexión entre las motivaciones más distintivas que impregnan la creación artística. , que puede ser a la vez cultural y, sin querer parecer trillado, humano, y que son evidentes desde los estudios de Soho hasta los talleres en Vale do Jequitinhonha (Valle de Jequitinhonha).
En cierto modo, toca la parte brasileña de su trabajo; Si la posibilidad de entrelazar elementos académicos y populares parece ser la primera vez, es necesario un comentario adicional: hemos dicho que Benajmim utiliza cualquier técnica o material, y que algunos de ellos pueden ser o no exclusivamente locales. Una cierta tierra o madera, sí; pero muchos otros se encuentran en todo el mundo. Su idiosincrasia, por lo tanto, está relacionada con su interés por cualquier cosa y todo lo que está a su alrededor, ya sea cerca o lejos del centro de su círculo. "Mi patio trasero es el mundo", como él dijo una vez, toma aquí en sentido enfático, usted conoce el mundo desde donde se encuentra. Y las cosas se crean a partir de la pregunta: ¿qué puede hacer con lo que tiene disponible, así como lo que estas cosas pueden ofrecer una vez más de una manera plásticamente interesante? El hecho es que Benjamim no sigue la racionalización o un programa conceptual definido arbitrariamente, sino que utiliza (como hemos dicho) confianza en su inteligencia exuberante e intuitiva respecto del material, lo que le permite revelar sus cualidades, sorpresas, riqueza y novedad. Al comentar sobre sus pinturas de las últimas décadas, el artista mostró una vez, por ejemplo, el desafío impuesto al color por la lámina de zinc: al principio no era muy fácil de pintar, pero su brillo se impuso y el torbellino de movimientos dados por el corte. - en el chasis hecho para una vibración única y especial, o en el polvo de palisandro, que hace que la brocha aplicada de forma delgada aparezca como un color "directamente de la naturaleza", produciendo un efecto opuesto al de los ralladores físicamente impactantes.
Entrada actualizada el el 29 ene de 2019
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