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La joven pintora presenta una interesante serie en la que podemos ver un cambio, una evolución de su pintura, con respecto a sus exposiciones anteriores. La muestra se organiza de modo que conecta la obra que ha estado realizando en los últimos años (con sus característicos corazones), con sus nuevos trabajos, en los cuales las formas pictóricas se convierten en elementos en estrecha conexión con la naturaleza. Las formas vivas y dinámicas, y los colores destacados siguen siendo protagonistas de sus pinturas.

Su nueva obra se llena ahora de formas en trance de abstracción orgánica: los elementos que pueblan la superficie parecen crecer de ... manera natural. Son formas vivas, cuyos efectos cromáticos destacan sobre el colorido que invade todo el cuadro.

La pintura de María de Oro se expande más allá de la tabla, llegando incluso a abarcar el marco. En ocasiones, la artista incluye en sus pinturas elementos externos que adhiere a la superficie, haciendo que el resultado de la obra sea muy plástico.

María de Oro regala en sus obras todo su pensamiento e imaginación, dando como resultado una obra muy personal. Sus originales aportaciones en el ámbito de la pintura la han convertido en una destacada artista del panorama plástico actual.