Con la figura del héroe clásico por excelencia como objeto de representación, Markus Lüpertz expone en esta ocasión un trabajo en el que su dominio de la plástica cobra un relieve innegable. Mediante esculturas en las que forma y color libran un curioso duelo, el artista de origen checoslovaco, redefine el cánon de belleza clásica desde su particular prisma. La figura de Lüpertz es clave dentro del neoexpresionismo alemán, como miembro de Die Neue Wilden. Quien fuera el rebelde y transgresor de este movimiento sorprende de nuevo con una producción en la que su personal expresión figurativa reflexiona sobre temas tan universales como la naturaleza humana y la razón.

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