Las obras de Richard Sturgeon, Carlos Arnaiz y Juan Astica generan un torrente de preguntas, y encauzan a la vez respuestas que plantean vínculos posibles entre el sujeto y la materia.
Frente a esto y en pleno auge de infinitas formas de desmaterializar el arte, estos tres se auto declaran materialistas. Y no es solo un posicionamiento retórico, sino que en sus pinturas observamos como el despliegue de la materia pictórica actúa a modo exhibitorio del proceder, dejando al desnudo las huellas, los rastros que evidencian la imposibilidad de sustraernos de la condición material de la imagen.
Estos verdaderos empiristas consiguen reivindicar el trabajo literalmente “sucio” de pintar. La tela o el papel se transforman en una imagen “luminosa”, una ventana abierta que echa luz y permite pensar que pintar es la posibilidad de transformar y refinar la materia a través de un acto de cuerpo y mente.
Los trabajos de esta muestra...son la prueba del porqué hoy están juntos: son pintores de oficio y de experiencia.
Pintando se reafirman vivos, reales y auténticos.
Entrada actualizada el el 22 ago de 2018
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