El reconocido artista Pablo Picasso, observaba asiduamente la diferencia entre un artista y un pintor. La obra de Conchi Ororbia destaca por ser la creación de una artista. Su originalidad en la transformación de los rostros con claras reminiscencias picassianas, de mirada perdida, ensoñados y a veces inertes, con gestos estáticos y encuadrados aunque transmitiendo con facilidad ese toque emocional. Todo ello, acentuado por el acertado cromatismo destacado en ocasiones en brillos sabiamente plasmados, crean una envolvente aureola que te invita como espectador a entrar en el cuadro, a sentirlo presente para degustar ese momento especial que te decide a sentarte a tomar una copa con sus personajes ororbianos y escucharles en su sentir, para en su compañía, ser personaje gustosamente participe. La obra de Conchi Ororbia ofrece al espectador, el placer que desea vivir ante una autentica obra de arte.