Uno de los fines más importantes del trabajo de la Fundación Luis Seoane, y uno por los que fue creada en 1996 es la exposición de la obra y difusión del trabajo de Luis Seoane (Buenos Aires 1910-A Coruña 1979). Con la exposición Mirarte / Seoane, se llevarán a cabo ambos propósitos: por un lado, se trata de un proyecto que se desarrollará a lo largo de tres años, en los que se expondrán varias de las obras más importantes de la colección de la Fundación Luis Seoane, divididas en apartados correspondientes a los diferentes soportes utilizados por el artista; en esta primera edición, se tratará la obra pictórica; por otro dará comienzo la puesta en marcha de una propuesta didáctica que tratará no solo de acercar la obra de Seoane a los escolares, sino de implicar a los centros educativos en una fase previa a la visita al museo ... a través de la edición de un cuaderno interactivo sobre la vida y obra del pintor gallego.

Tras la explosión cultural de los años ochenta, que trajo consigo una renovación de los museos ya existentes y la proliferación de nuevos centros, las exposiciones se convirtieron en un fenómeno social y en una herramienta fundamental para la interpretación y difusión de las colecciones de arte. El público, además, ya no es el mismo, está acostumbrado a visitar todo tipo de exposiciones y es más difícil captar su atención, en parte por que cada vez es más arduo excitar la capacidad de asombro o interés de la gente y en parte porque posee una formación más completa. De este modo, descubrimos que la presentación de la obra de Seoane a los visitantes constituye una empresa no exenta de ciertas dificultades, ya que Seoane es un artista sobradamente conocido por los usuarios del arte gallego y contemporáneo; y, al mismo tiempo, su obra necesita una difusión mayor y más especializada, más contextualizada que en el caso de otros autores, debido a las circunstancias históricas, sociales y personales que rodearon su experiencia creativa. Por todo ello, la Fundación Luis Seoane creyó que no sería deseable una muestra estática de sus fondos pictóricos, presentando las piezas simplemente por orden cronológico, dado que en el caso de Seoane no es sólo el carácter del artista el que se ve reflejado en su obra, sino los distintos acontecimientos históricos de un siglo tan convulso como fue el XX desde todos los ámbitos: político, cultural, social…

Así, en Mirarte/Seoane la obra pictórica se rodea de todos aquellos elementos que la singularizan, desde su visión de una Galicia mítica hasta la influencia de las vanguardias históricas, en especial Picasso, Matisse, Joaquín-Torres García o Léger, pasando por los homenajes que dedicó a pintores clásicos como El Bosco, Corot o Matthias Grünewald o la plasmación de la historia reciente de España en lienzos
como El proceso de Burgos. Todo ello a través de cuarenta y dos cuadros que aportan datos para comprender tanto la expresión de su lenguaje pictórico como el reflejo de aquellos temas que le influyeron de modo personal y a los que también convirtió en protagonistas de su obra.

En la producción de Seoane la variedad temática es especialmente llamativa, ya que no se circunscribe a uno o dos temas, ni siquiera a aquellos que suponemos le importaban más desde un punto de vista político o social, sino que todo aquello que le rodeaba era susceptible de verse plasmado en un lienzo, ya fuesen sus amigos, su mujer, mobiliario de su apartamento bonaerense, actores de teatro, artistas de las primeras vanguardias o pertenecientes a la historia del arte, como en el caso de los retratos a Matthias Grünewald o el Bosco, escritores como Rabelais o Castelao, mitología celta, campesinos gallegos o una breve visión de una cordillera en Argentina... todo ello unido coherentemente en una visión estética propia, como si necesitase filtrar su entorno cultural y afectivo a través de un lenguaje propio y exclusivo. Es aquí donde el espectador asiste, a través de la selección de obra presente en la exposición, al universo del pintor, capaz de hablar por sí mismo sin precisar de una traducción académica al uso... así, se efectúa un recorrido que va desde la impresión que le causa la visión de Argentina al comienzo de su exilio a raíz de golpe de estado que desembocaría en el estallido Guerra Civil en España (Paisaje de la precordillera argentina, Suburbio de Buenos Aires), la vida campesina en Galicia (La lechera, A malla, Mujer con zuecos, Cortando herba, El viejo del pájaro), el desnudo femenino (Torso desnudo, Desnudo sentado), los homenajes a aquellos creadores a los que admiraba, como señalábamos más arriba (Lucas Cranach, Homenaje a Durero, Homenaje a Goya, Picasso, A Fernand Léger) o los retratos realizados a su mujer, Maruxa. Pocos artistas han sido tan constantes a la hora de entremezclar vida y obra de forma tan literal.

En lo que respecta al lenguaje pictórico de Seoane, la exposición abarca todas las etapas de la producción en óleo del pintor, desde sus primeros óleos realizados en Argentina, en los que prima la influencia de Picasso y los renovadores del arte gallego, pasando por el descubrimiento de las teorías de Léger, que serían tan determinantes en el desarrollo de su pintura, hasta la madurez y plasmación de una estética propia que define las figuras de forma sencilla y que ahonda en el estudio del color como elementos constructivos principales.

el montaje

Una de las características más singulares de Mirarte/Seoane es su clara vocación didáctica, más allá de los programas educativos confeccionados como simples apéndices de una exposición determinada. Además de realizar un recorrido a través de la obra pictórica, se ha intentado insertar la figura de Seoane desde un punto de vista biográfico que va unido a su vez a una exhaustiva cronología de los acontecimientos más relevantes del siglo XX, tanto históricos como culturales. Seoane fue lector ávido, agitador político, cinéfilo y, por supuesto, gran seguidor de las renovaciones plásticas del arte del siglo XX. En este último aspecto incide asimismo una parte de la cronología, con especial atención a la aparición de Pop Art en Estados Unidos, movimiento que, si bien no ejerce gran influencia en la obra del artista gallego, sí atrapa poderosamente su atención a través del tratamiento que sus máximos representantes dan al color, uno de los elementos más estudiados por Seoane. De todos modos, es la disposición en dos grandes bloques lo que indica al espectador el camino a seguir.

planta baja
El recorrido da comienzo en la planta baja, donde nos introducimos en los diferentes puntos que conforman este estudio sobre la obra en óleo del artista, primero a través de una introducción general hacia la pintura como vehículo, el carácter heterogéneo de la misma en la obra de Seoane para, ya en las obras de los años cincuenta, ser testigos de la búsqueda de un lenguaje propio y la aparición de un discurso no lineal que será una de las características fundamentales de su estilo.

primera planta
Tras esta primera sala, el espectador accede al claustro de la primera planta, donde un recorrido cronológico-biográfico lo conducirá hasta la segunda sala: es aquí donde observaremos los homenajes que Seoane le dedica a pintores, escritores, humanistas, etc. a través del retrato, una forma de darse a conocer a sí mismo gracias a la interpretación que hace el artista de sus propios intereses culturales y emocionales. Es importante subrayar este último aspecto, ya que uno de los motivos más frecuentes en la obra de Seoane es su mujer, Maruxa, así como sus numerosos amigos y colaboradores en el exilio.

Mirarte / Seoane fomenta en el espectador, independientemente de su edad, un proceso de aprendizaje y reflexión que lo lleva a introducirse en la personalidad de un artista más allá de su toma de posición estética, para guiarlo a través de las inquietudes culturales y vitales de un creador, transformando al espectador de visitante pasivo a público actor, a visitante activo.