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Aunque los dos son de la misma generación y viven y trabajan en Amsterdam, sus formaciones son ... muy distintas. Ekel nació en Indonesia y llegó a Holanda siendo un adolescente y Folkert de Jong viene de una peculiar comunidad de pescadores católicos de Los Países Bajos. Los medios que emplean son tan diversos como sus circunstancias individuales; Folkert de Jong hace instalaciones escultóricas a escala real con materiales aislantes; Ekel pinta retratos y fragmentos de acontecimientos históricos.

Tanto Folkert como Fendry nos plantean un discurso que tiene, como es habitual en sus obras, una continua referencia a la historia del Arte Moderno entrelazada con hechos históricos trascendentales que descontextualizan y amplían sus puntos de partida. En ambos está inmersa una preocupación constante por el futuro analizado a través del pasado.

Folkert de Jong, de sobra conocido por sus instalaciones escultóricas, nos presenta unas esculturas basadas en sus más recientes investigaciones alrededor de la obra de Picasso y sus referentes más ocultos. De Jong nos desvela su admiración por Pablo Picasso, transformando los personajes de la obra 'Los Saltimbanquis' en nuevos seres híbridos, mezclando los cuerpos de los acróbatas con personajes históricos perfectamente reconocible, como por ejemplo el presidente Lincoln. Traspasando así, los límites entre la representación y lo real y de alguna forma cuestionando sus referentes.

Por su parte, Fendry Ekel, con sus siempre exquisitas y cuidadas pinturas, explora los primeros años del Modernismo, especialmente el periodo denominado 'Calvinistic Mondriaan'; trabajando sobre la imagen genérica de La creencia y de como la abstracción funciona dentro de estos parámetros.