Elisa de la Torre y Constanza L. Schlichting
Necesito renacer // Arenas
Exposición del 2 al 30 de marzo de 2021.
“El artista, cualquiera que sea no tiene por qué repetir la naturaleza - ¡qué aburrimiento, qué engorro! -, su vocación es la de negarla, la de neutralizarla con vistas a producir los modelos que, al contrario, nos permitan modelarla”
Alain Roger
Palabras meridianas del conocido filósofo francés Alain Roger que nos permiten acercarnos a uno de los géneros con mayor desarrollo a lo largo de la historia, que ha pasado de mero fondo pintoresco a claro protagonista, siendo objeto de inspiración para la literatura, la música, la arquitectura, el arte y la jardinería, incluso, llegando a convertirse en agente creador en movimientos contemporáneos como elland art. Y es que el arte nace de la necesidad de fijar lo que nos cautiva, tratando de transmitir, en la medida de lo posible, lo inaprehensible,...y en este sentido, nuestra curiosidad por todo aquello que nos rodea ha sido numen de infinidad de obras. Sin embargo, no podemos obviar que el paisaje es producto de un proceso subjetivo de interpretación, es decir, el paisaje no es el territorio sino una representación que el artista hace del mismo. De esta manera, este género se convierte en una construcción conceptual donde se refleja la forma en que la sociedad interpreta el mundo.
Esta exposición es garante de esa idea, a través de dos proyectos que, sin premeditación, se complementan perfectamente. Por un lado, nos encontramos con una serie de piezas de la artistaConstanza L. Schlichting, las cuales se engloban bajo el simbólico ruego Necesito renacer, frase que muchos asumiríamos con apremio ante la situación de incertidumbre que vivimos desde hace meses. Obras en las que se demuestra, una vez más, un sólido conocimiento del tratamiento del color como elemento estructural, una paleta sugerente que llena la mirada y una pincelada expresiva que nos transporta a escenarios vividos, sentidos en lo más interno. Un trabajo que se intuye catártico, una huida al exterior, a la naturaleza en su plenitud, en su cambio, en su caos y en su orden, en su capacidad de seguir adelante y renovarse a pesar de las tormentas con nombre propio – Filomena- y renacer. Renacer, no para ser los mismos, -Renacer con nuevos colores-, sí para convertirnos en algo diferente, como la naturaleza que siempre nos sorprende, como el arte que se renueva constantemente, como nuestra urgencia por trascender.
Nuestra forma de mirar ha cambiado de manera vertiginosa en últimas décadas. La ciencia, la fotografía, la digitalización, los nuevos medios de transporte e internet han abierto un sinfín de perspectivas desde las que abordar lo que nos rodea y, en consecuencia, han generado nuevos modelos imaginarios. En el arte, el deseo de emular la naturaleza mediante el refinamiento de la perspectiva y la proporción se ha visto desplazado por fórmulas más subjetivas. Por lo tanto, no es de extrañar que al entrar en contacto con la obra de Elisa de la Torre tengamos la sensación de encontrarnos en un territorio conocido. Sus piezas nacen de un juego experimental entre diferentes sustancias y pigmentos que reaccionan sobre el propio lienzo. La cristalización, las fusiones aleatorias o la incorporación de materiales nobles como el pan de oro, dan como resultado una pintura fluida, llena de irregularidades y texturas. Una pintura orgánica, llena de arbitrariedad en el momento de su ejecución y que como acostumbramos a ver en la naturaleza, parte de una mayor a una menor entropía, convirtiendo a cada una de sus obras en perfectas armonías de color y composición, en ésta, su última y a tractiva serieArenas.
Izaskun Monfort
Comisaria y crítica de arte independiente.
Imágenes de la Exposición
Tondo naturaleza
Entrada actualizada el el 10 mar de 2021
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