El nombre y la obra de esta artista de ya largo recorrido profesional nos es familiar desde 1971-72, cuando se presentó al Premio Nacional de Dibujo 'Pancho Cossío' y también cuando expuso por primera vez en Santander en 1973, en la recordada primera galería Trazos, de Juan Gómez Cagigal y Santiago Malo, en aquél excelente local que se encontraba en la calle Francisco de Quevedo, en la trasera del Instituto Santa Clara. Desde entonces hasta ahora no expuso nunca más en nuestra ciudad, pese a su amplio currículo artístico, pese a su reconocida trayectoria, avalada por una crítica tan precisa y solvente como la de José Hierro, en la colección de la Dirección General de Bellas Artes, en 1979, o la de Ángel Caffarena, en libro que le dedicó en 1975. Mas, si no volvimos a contemplar su obra en Santander, no quiso esto decir que no ... supiéramos de sus frecuentes exposiciones en la Galería Biosca, de Madrid, como en ARCO, en los años 90, de la mano de la misma galería.

Ahora, Sánchez Escalona, después de muchos años vividos en Bélgica y Suiza y apartada en gran medida de los circuitos artísticos españoles, vuelve a exponer en Santander, en esta Galería Del Sol S/T, no pintura, dibujo o grabado, que han sido los medios que siempre ha practicado, sino escultura en gres por primera vez en su trabajo. La novedad es el medio elegido, pero la continuidad espiritual sigue permanente. El intenso lirismo femenino que siempre ha emanado de la figuración de Sánchez Escalona, delicado, pero al tiempo enérgico, se nos presenta renovado en las esculturas femeninas de estas Nereidas. Hay todo de ella, de la elevada sensibilidad de sus propias imágenes proverbiales, pero hay una renovada y reforzada sobriedad poco menos que monumental que denominaríamos neoclásica, que tanto nos hacen pensar en la antigüedad clásica, que la autora no oculta, como desde nuestra particular y muy subjetiva sensibilidad, en el momento también denominado neoclásico de la pintura de Picasso, allá por los años 20, y no tanto en el dibujo, clasicista también, de otros artistas de aquellos años de preguerra, como Jean Cocteau, mucho más nervioso y menos sereno. Porque, si otra especial característica nos transmiten las obras de Sánchez Escalona es su manifiesta serenidad, su exquisito equilibrio entre forma, color, calidad matérica, imagen y símbolo. El conocimiento del medio material es sorprendente, el modelado magnífico, la cocción a alta temperatura sabia y muy controlada, la textura del gres atrayente y deleitable, las figuras de una intensa quietud. En palabras de la artista, 'Nereidas', ninfas del mar, es un proyecto escultórico en el que he estado trabajando desde hace tiempo. Es una invitación a la paz que produce el mar, esa fuente de vida que es el Mar, sin él la Vida no sería posible. Bajo ese lema agrupo estas esculturas que nacen de ese sentimiento'.