NI VESTIDA NI DESNUDA
Un proyecto de Anna Gimein
Comisario Mario Gutiérrez Cru
8 de enero a 5 de febrero de 2022
Ni vestida ni desnuda es un intento de pensar en la constante convivencia de contradicciones en nuestro mundo y en nosotros mismos, en la continua reconciliación –en ello consiste la vida– de aspectos que suelen considerarse como extremos opuestos.
Sin pretender tratar temas candentes y específicos de la rabiosa actualidad, Ni vestida ni desnuda es un intento de alejarnos un poco para poder contemplar el cuadro con una cierta distancia, a través de lenguajes que poco tienen que ver con nuestro panorama cotidiano.
El proyecto parte de una “adivinanza”, una serie de condiciones al parecer incompatibles que se presentan como reto a las protagonistas de cuentos populares que durante siglos han pervivido en distintos países y lenguas.
Ni vestida ni desnuda pretende pensar no en términos estrictamente filosóficos sino en danza, haciéndolo no...con el lenguaje de la danza contemporánea, que es la que se suele asociar con la reflexión y la que tiene más presencia en el arte contemporáneo, sino con lenguajes que surgen en tiempos y circunstancias muy diferentes y, sin embargo, al igual que los cuentos, profundizan en problemáticas humanas, cada uno con sus propias reglas, códigos y vocabularios. Para ir un poco más lejos, se buscó que la dualidad (o no-dualidad) de condiciones en las que se centra cada danza fuese de especial interés o relevancia para sus intérpretes. En el caso de dos de ellas, los trabajos de danza se complementan con una conversación; la tercera está disponible para una conversación presencial.
Los trabajos de danza incluyen una coreografía de bharatanatyam, la danza clásica del sur de la India; una performance de butoh, una disciplina que surge en Japón después de la Segunda Guerra Mundial y se extiende por el mundo gradualmente; y una folía, danza que surge en la península ibérica durante el Barroco y se hace popular en la corte francesa.
Ardhanarishvara Ashtakam, construida con textos de Kalidasa (s. IV - V) y Adi Shakaracharya (s. XVIII – IX) como una representación de la muy antigua Ardhanarishvara, una figura compuesta de Shiva y Parvati. La ejecución de los movimientos que expresan los dos aspectos, femenino/masculino, por una sola persona es, al mismo tiempo, el reto y el logro de la danza.
Centaurea es una performance de butoh, una improvisación tanto en movimiento como en la música que la acompaña en vivo. La danza butoh depende de una “escucha” o concentración profunda en el movimiento que surge del interior y, por lo tanto, de un desarrollo en el tiempo; de ahí que Centaurea se centre en el binomio juventud/madurez.
La folie es una folia, danza renacentista sobre cuyas características de movimiento tenemos poca idea. La primera mención de la folia como pieza musical específica es del siglo XVI, aunque como esquema armónico-melódico, había sido utilizada en Europa desde el siglo anterior. Las folias se hicieron populares en la corte francesa del Barroco. El tratamiento del tema locura/cordura emplea lenguajes de danza española que perviven en nuestro tiempo, mezclándolos con una dosis de humor y frivolidad.
Entrada actualizada el el 21 dic de 2021
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