Retomando el calendario expositivo la Galería Espiral inaugura una exposición de Joaquín Martínez Cano, artista local, sobradamente conocido, que ha mantenido en estos raros tiempos el hilo de sus últimos trabajos que habíamos presentado en FIG-Bilbao, en una abstracción lírico-musical-náutica, (posiblemente sus dos constantes: la mar y la música) de gran riqueza expresiva y pictórica, a los que incorpora un aspecto figurativo del nuevo mundo visual de la imagen de las personas. Ahora la expresividad de las gentes ha sido recortada en sus caras, desapareciendo gran parte de los elementos más genuinos del carácter expresivo. “Nos queda la mirada” es precisamente la respuesta a estas carencias, a la búsqueda de los amigos y seres queridos a través de una mirada.
Una colección de miradas que se incorporan a ese hilo de abstracciones en los que el artista se hace acompañar de personas cercanas, participando directamente de su pintura, como seres enmascarados...de entre los mares musicales de Martínez Cano.
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JOAQUÍN MARTÍNEZ CANO
NOJA, ESPAÑA, 1953
Estudió Bellas Artes en Valencia y Madrid. Becado en 1982 por el Centro de Promoción de Artes Plásticas. Fue, desde 1976 profesor en la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria. Es pintor reconocido con numerosas exposiciones individuales, como: Museo de Bellas Artes de Santander, 1982 y 2007, Fundación Marcelino Botín 1986, Centro Cultural Caja Cantabria 1999, Palacio Caja Cantabria, Santillana del Mar 2010. Budapest (Galería Duna 1992, Galería Vigado 1992). Gainesville Georgia, EE.UU. (Roy C. Moore Gallery, 2008). Londres, Reino Unido (Instituto Cervantes, 2008). Odawara City-Kanawara, Japón (Sudoh Gallery 2011 junto a la Galería Espiral), 2014 y 2016 Galería Espiral, 2018 Ayuntamiento de Comillas. Tiene obra en colecciones y museos como: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Municipal de Bellas Artes de Santander y de Asturias, Patrimonio Nacional de España, Auditorio Príncipe Felipe, Oviedo; Fundación Marcelino Botín, Hospital Valdecilla, Universidades de Cantabria y Palma de Mallorca, Conservatorio Jesús de Monasterio o Colección SIANOJA.
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La Galería de Arte Contemporáneo ESPIRAL fue creada e inaugurada en la Comunidad de Cantabria en diciembre de 2006 con sede en Meruelo y ha sido refundada en 2013 en su nueva sede de Noja.
Dedicada al arte contemporáneo nacional e internacional de primer mercado, con propuestas y lenguajes artísticos innovadores, abarcando todas las tendencias del arte contemporáneo, se interesa especialmente por el mercado exterior promocionando a sus artistas en ferias internacionales, este año en Bruselas, Estrasburgo, Lille y Madrid.
Dirigida por Manuel Sáenz-Messía y Ana Laguna establece una interrelación especial con la Colección SIANOJA, proyecto del que son sus gestores, teniendo como fondo principal obras de artistas que están en esta Colección y defiende además especialmente a artistas de nuestra región.
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EL COLOR DE LA MIRADA
El acercarse a la obra reciente de J. Martínez Cano, es entrar en un mundo de fusión de música y color.
Moviéndose con gran maestría en ese paralelismo de leguajes que, se superponen, yuxtaponen, complementan. Formando un cuadro, una armonía, una pieza músico-visual.
Cuando me he parado ante las últimas obras de J. Martínez Cano, lo primero que siento, que oigo, es una voz que me dice “escúchame que te estoy mirando” y a partir de ese momento mi mente queda perturbada, ofuscada, fascinada, obnubilada. Sin saber, poder, ni querer distinguir estos dos lenguajes.
Un poco mas sosegado, me dispongo a examinar, degustar su obra: cuadro ¿oratorio?, ¿sinfonía?, ¿pintura?, no lo sé, quizás un poco de todo
Me detengo en un lienzo al azar: nada más empezar a observarle, se me aparece un nocturno con sus colores pardos, tostados, secos, al lado de un rondó de carácter ligero y pincelada rápida, ahora transito por los silencios de los transparentes blancos, saturados de tonalidades, dando paso a un minué con movimientos suaves y acompasados, para seguir con una fuga de azules modulados, susurros en amarillo, el rumor de los matices, variación en el trazo, divertimento en el color, alegro en la forma, scherzo en la composición.
Sigo viendo más cuadros.
Ese cuadro me recuerda a la Música Acuática de Händel en el que se aprecia una colección de movimientos orquestados, encadenados, sugeridos, contrapuestos, con variaciones en el ritmo el gesto, cuando diluidos, cuando rebosantes de materia y textura.
El que está a su lado es un Tiento, propio de la música española del siglo XVI, en el apreciamos como combina de forma libre elementos varios: diatonismo atemperado del trazo, cromatismo de la línea, ritmos diversos en el plano, improvisación de la forma.
Cerca tenemos una Rapsodia, estructurada en dos partes, una lenta de pincelada corta y dramática, y una segunda rápida y dinámica con enlaces libres, relaciones sugeridas, colores complementarios. Para ofrecer un espléndido resultado de brillantez, dentro de un Capricho repleto de libertad en la forma y en el modo.
Ese otro me suena, es una fantasía para piano de Schubert, llena de armonías cromáticas y contrapuntos de color.
Mira este, es, una Sonata recurrente, con múltiples variaciones en torno al tema central: la mirada
Aquel es un Preludio orquestado, para resaltar ese ojo que nos contempla, ante el que, como espectador, debes dejarte observar para conocer tu propia mirada.
Estar ante la obra de J. Martínez Cano es: Ver música, escuchar color.
Joaquín Cano Quintana
Imágenes de la Exposición
Joaquín Martínez Cano. Nos queda la mirada. Vista de la exposición — Cortesía de la Galería Espiral
Entrada actualizada el el 25 mar de 2021
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