Bajo el título de Obrigescitus Tempore, se presenta una exposición de unas treinta obras entre dibujos, pinturas y objetos-escultura que la artista relaciona en torno a la idea del bosque.

El árbol tratado como principio unitario y multiplicable, como símbolo inequívoco de la vida y lo divino que desde tiempos inmemorables es tratado a través de distintos planteamientos, desde lo sensible a lo real.

Al margen de tendencias, pero bajo la influencia inevitable de su tiempo, la artista nos propone un viaje imaginario por distintos niveles de nuestra mente. En ella, a partir de elementos simbólicos que se irán repitiendo en las distintas obras podremos dejar volar nuestra imaginación al tiempo que nos hace reflexionar sobre el estado de nuestro planeta.

Igualmente hace un gran homenaje ... al árbol, como verdadero Tótem de la humanidad, responsable de toda la comunicación cultural y transmisor de sabiduría a partir de la obtención del papel hasta nuestros días en los que actualmente internet y las nuevas tecnologías están desplazando.