Shanghái, en una ciudad de rascacielos de torres, monolitos sagrados para nuestro tiempo, en donde se vive, se sueña, o se deciden los destinos del hombre.

Rascacielos, (fortalezas), que como en toda la historia, han servido para protegerse, y significarse en el poder.

Rascacielos, (Torres), sobre todo como universos, en donde el ser humano mira el horizonte desde arriba, perdiendo la línea que nos une a la tierra, atrapado en geometría que nos ubica y delimita.

Mi exposición, consiste en, ocho trabajos sobre papel, ocho (torres), coronadas de sentimientos, de figuras enfrentadas, o lo contrario, de universos que pretendes construirse en la diversidad sin dar tregua al tiempo.

Color y forma, ambicionan participar del futuro, y a la vez, recurren a la naturaleza, (árbol, agua...) para seguir siendo pasado.

Ocho torres, en la ciudad de las torres, pero también en el compromiso de búsqueda de signos, de significados que definen a nuestra sociedad, que como en sociedades anteriores, deciden como vivir.

Ocho torres que para mí, ahora me han permitido dar un paso más.