-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

"Ya he mencionado en alguna otra ocasión ('El jardín abandonado. Las artes plásticas en Ciudad Real 1962-2000', 2003), la buena mano que despliega Kirico para denominar sus exposiciones; casi tanta como Vicente Molina Foix para titular novelas. Más aún: "la denominación de sus muestras arroja más luz de la prevista", o si se quiere "encierran más claves de las previstas sobre un trabajo y su progreso". Así pasaba con 'Caballitos en el aire' de 1982 (que se antetitulaba, 'Informalismo formal'); con 'Tras las huellas del futuro' en 1992; con 'La estrategia del regreso' en 1993; y que ahora culmina con 'Ojalá Otoño. Una visita al último verano'. Todas esas rúbricas, más el trabajo crucial, desplegado desde 1989 y agrupado en la coda 'De Ciudad Real a Berlín', componen no solo la trayectoria de su evolución, sino la definición de su autobiografía poética, que transcurre ... indisolublemente ligada a esas estaciones de citas y encuentros que nos va vertiendo el pintor al compás de los días y de las estaciones."