-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

[frag.]

en el centro del paisaje no hay nada excepto el horizonte. el horizonte no es nada excepto la curiosidad de una criatura que abre sus bocas hacia la nieve marina. las criatura abisal no es nada salvo la huella dactilar que deja el tiempo en la cera.

hay un hombre que camina. un árbol parecido a la muerte, los restos de un niño que aún no lo es, en el centro del paisaje.

en el centro del paisaje un cuerpo se encoge como un puño que se cierra. un puño que se cierra se derrama como cera de un cirio. alguien o algo está observando. bien podría ser usted. en el centro del paisaje hay un paisaje en cuyo centro un puño se encoge como un cuerpo.

el horizonte es lo menos importante.

en el centro del paisaje, el humo de una vela, un humo espeso que bien podría ser un rostro o las piedras de un reloj cayendo por el vórtice sito en el centro del paisaje. ignore el centro del paisaje.

la figura camina hacia la muerte vestida de rojo del centro del paisaje. el humo espeso no es un rostro sino la glotis de un ave del paraíso. el rostro no es humano sino la pulsación del último segundo de una aguja. la figura llega hasta la sed y la contempla. la sed es un bulto molesto. las trompetas no son más que ruido espeso de lava. orgánico e inquieto como el silencio del fuego, lento como el desplazamiento de un bosque y espléndido como todo lo que no puede dejar de nacer. la figura rodea la sed y le sonríe a usted, tal vez es su propia sed. se parece mucho a un cuerpo sin cabeza, pero es sólo cabeza, una cabeza enorme sin cabeza, eso es la sed que ya cambia.