-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

La IV edición de la Bienal contó con la participación de 43 países y acogió 3.800 obras de 1.105 artistas, 172 brasileños y 933 extranjeros. La exposición São Paulo 57 plantea ahora una revisión de este acontecimiento cultural, centrando su mirada en los artistas que resultaron premiados en esa edición y en la destacada participación que aportó la delegación española. De todos ellos se han reunido ahora obras significativas que estuvieron presentes en aquella Bienal, con el objetivo de recrear las tendencias estéticas que marcaron el desarrollo del arte durante la segunda mitad del siglo XX.

La exposición propone una mirada en el tiempo, hacia un momento de profundos cambios en el que convivieron los últimos retazos de las vanguardias históricas ... con las incipientes tendencias plásticas que renovaron los lenguajes expresivos del arte de final del siglo XX. La muestra plantea así una mirada histórica y el relato protagonizado por el cruce de los artistas reunidos en Sao Paulo, geografía a la que Oteiza denominó entonces 'Memoria del Porvenir'.

La exposición está formada por 65 piezas y se articula en torno a dos ejes esenciales. El primero de ellos reconstruye y analiza el contexto de arte nacional de la época con la reconstrucción del pabellón que representó a España en el certamen brasileño y en el participó, además de Oteiza, artistas tan significativos como, Antoni Tàpies, Luis Feito, Manuel Rivera y Manuel Millares, estos tres últimos pertenecientes al grupo 'El Paso', que se había constituido ese mismo año. Este primer grupo de autores pertenecen a la calificación de 'artistas de tendencia abstracta', según el comisario del Pabellón, Luis González Robles.

El segundo grupo está referido a los artistas 'de tendencia expresionista', incluye a José Vento, Francisco Capuleto, José Planes y Josep Guinovart y recoge a los autores que partían de formas deudoras de la expresión figurativa. Esta exposición incluye también la figura de Toni Clavé, que acudió a São Paulo en el pabellón de Francia. De cada uno de ellos, esta exposición presenta dos de las obras que acudieron a Sao Paulo, u otras contemporáneas y representativas de la obra de esos artistas en este momento.

Cada artista presentaba un máximo de 10 obras, salvo Oteiza, que acudió a São Paulo con 28 esculturas, pertenecientes a 10 familias experimentales, con las que recibió el Premio Internacional de Escultura del certamen. En esta exposición, se presentan 25 de sus esculturas, entre ellas recupera la pieza Expansión espacial, inédita desde su presencia en São Paulo. Oteiza denominó su trabajo Propósito Experimental 1956-57 y, en él, Oteiza plantea la naturaleza estética de la estatua como un organismo puramente espacial: 'Me figuro encontrarme aquí con las 10 esculturas que se me pidieron. En verdad, es una sola. Un solo pensamiento para proyectar la Estatua como Desocupación activa del espacio, por fusión de unidades formales abiertas'.

El segundo referente contextualiza la obra de Oteiza junto con la del resto de los premiados de la IV Bienal, como Giorgio Morandi (Gran Premio de la edición, del que se muestran 8 obras), Ben Nicholson (Premio Internacional de Pintura, del que se presentan 2 obras) o artistas como Frans Krajcberg (premio mejor pintor nacional, del que se exponen 2 obras), Franz Weissmann (premio mejor escultor nacional; se exponen 2 obras), Fayga Ostrower (premio al mejor grabador nacional, del que se presentan 2 obras), Wega Nery y Gomes Pinto (premios ex aequo al mejor dibujante nacional, del que se presentan 2 obras de cada uno) y Yozo Hamaguchi (premio al mejor grabador extranjero, del que se presentan 3 obras premiadas).

La exposición se completa con numerosa documentación escrita y fotográfica referida la presencia de Oteiza y de los artistas del Pabellón Español en São Paulo, así como informaciones de prensa y revistas españolas y brasileñas referentes al Premio recibido por Oteiza.