TANAT CRONOBOROS propone convertir el patio del museo en un espejo de agua y rocas, en el que tanto las partes que conforman el sitio (muros y torre) como los elementos circundantes —la jacaranda, el cielo, el sol— puedan ser reflejados en una imagen que hace eco de sus formas y colores. Como parte del proyecto se propone una activación performática sobre la montaña de grava y piedra, cuyo objetivo es “ visualizar la transformación y su relación con lo humano en un espacio concebido para la emoción. A partir de repetitivos movimientos espirales, se va marcando el arquetipo cíclico de la serpiente con huellas sobre un lienzo de agua y tierra; rasgos efímeros de una serpiente que va dejando rastros en su andar”. De este modo, el proyecto pretende generar un espacio que celebre la transformación y la temporalidad como características inherentes a la naturaleza, y que muestre su enlace con la vida humana a través de la contemplación y la expresión artística.