Decía Mario Benedetti (Uruguay, 1920/2009) que el poeta Jorge Enrique Adoum (Ecuador, 1926/2009) le contó que vio una pintada en Quito que decía “Cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas”. Parece que nuestra cotidianidad se ha enquistado en algo parecido a esto. Una batería de preguntas rápidas que necesitan de rápidas respuestas que una vez encontradas ya no son útiles. Sensación que plasma de forma bastante pedagógica Silvio Rodríguez (Cuba, 1946) con esa letra que dice “Y canto espuma, cresta que cuando logra ser ya no es ninguna”.
No obstante, ¿y si en vez de tantas respuestas a preguntas ajenas, en vez de tanto ruido, lo que necesitamos son preguntas propias a las que responder desde la serenidad y el reposo? ¿Y si lo que necesitamos es un silencio electo?
Es desde ese silencio electo donde surgen estos “paisajes” producidos por Bea Sánchez (Jaén, 1986) y Alba Cortés (Cáceres,...1991). Una reinterpretación (posiblemente no intencionada) sobre las bases del existencialismo sartriano llevada a cabo desde lo rutinario y ordinario de nuestro día a día. Una huída del determinismo que halla en la existencia del ser el propio objeto de su esencia.
Así es como se revela esa inherencia animal y natural tan presente en esta serie de trabajos de Bea. Una conexión del ser con su esencia más pura, la celebración de la entidad humana como tal, sin ornamentaciones innecesarias. En un proceso parecido y sumando el aspecto de la soledad (fruto de esa huída deliberada), se alzan los paisajes recreados por Alba. Paisajes engendrados desde el silencio de la artista y que a su vez propicia al espectador/a encontrar el suyo propio. Dos líneas de trabajo muy diferentes que confluyen en Paisajes desde el Silencio, revelando una armonía espontánea entre ambas artistas.
Imágenes de la Exposición
El Reino, Bea Sánchez
Entrada actualizada el el 31 may de 2019
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