La galería Altxerri presenta por primera vez la obra de Paloma Navares, artista de prestigio internacional, que cuenta con un bagaje de un centenar de exposiciones personales en centros de arte, museos y teatros de Europa y América, dónde paralelamente, Navares ha desarrollado un trabajo muy destacado en el campo escenográfico para danza contemporánea y ópera.

Artista multidisciplinar desde sus inicios, ha establecido un lenguaje personal y consolidado a través de soportes y medios principalmente audiovisuales; el empleo de la luz, la tecnología, la imagen fotográfica o el vídeo, se conjugan con materiales industriales de soportes ligeros (cristal, metacrilato, transparencias), enfatizando aspectos de levedad, fragilidad y de valoración del fragmento. De esta forma integra un discurso feminista que ha estado presente a lo largo de su trayectoria.

La exposición reúne obras de dos series, Cantos rodados y Flores de mi jardín (2003/2006), ambas se recogen bajo el epígrafe dedicatorias. Obras intimistas de ... sustrato conceptual y de contenido emocional, donde la cultura como herencia y la vida como experiencia se enlazan dejando apuntes, textos, dibujos o palabras sobre las diferentes texturas de los Cantos Rodados o de las Flores de mi Jardín. Así podemos encontrar datos biográficos de los creadores o poetas como Virginia Wolf, Paul Celan, Anne Sexton, Alejandra Pizernik, Alfonsina Storni, Asara Kofma o Sylvia Plath.

'Los Cantos rodados de Navares evocan una naturaleza muerta que, al igual que las pinturas flamencas o los bodegones barrocos de Zurbarán y Sánchez Cotán, elabora una meditación sobre el tiempo, la naturaleza y la realidad concebida por la sutileza de una mirada que nombra lo humano desde su ausencia. […]

Arqueología excavada por Michel Foucault en Las palabras y las cosas, como si la historia, más que una sucesión de datos, fechas y acontecimientos, fuera un laboratorio de representaciones donde se gestara, tramara y ordenara el lenguaje, el pensamiento y la mirada.'

Piedad Solans

'Flores de mi jardín se compone de fragmentos fotográficos de flores y plantas de llamativos colores que, convertidos en creaciones autógrafas, soportes de otras voces, se encuentran iluminados por una serie de pensamientos que tienen que ver con aquellos hombres y mujeres que, a través de la escritura han contribuido a formar el mundo interior de la artista. […]

Las flores de Paloma Navares constituyen poderosas metáforas que encierran cuestiones relacionadas con la mujer, el alma, la vida y la muerte; pero su manera de disponerlas en el espacio nos desvela otras parcelas de significado más sutiles. La condición fraccionaria y frágil (la vulnerabilidad) de estas imágenes se intensifica en sus esculturas, en las cuales la fotografía se tridimensionaliza y exterioriza.'

Marta Mantecón