En esta exposición se presentan más de treinta obras que nos invitan a disfrutar del trabajo que Perdices ha realizado a lo largo de 40 años.
Todas las pinturas son sobre papel con distintas técnicas como el gouache, el collage, el uso del lápiz o la acuarela. A diferencia de una retrospectiva convencional, que tiende a destacar hitos específicos en la carrera de un creador, esta muestra se sumerge en la continuidad y la persistencia de una forma de hacer única.
La elección de presentar las obras en pequeño formato sobre papel es una manera de testimoniar la dedicación incansable de la artista que a sus 92 años persiste en la práctica artística. Aunque podría interpretarse como una limitación, se convierte en una declaración de la intimidad y la intensidad de la práctica diaria de la artista. La fragilidad y la intimidad inherentes al soporte de papel invitan al espectador a acercarse...y apreciar cada pincelada, cada detalle.
Lo notable de esta exposición es la capacidad de la artista para mantener una coherencia a lo largo de cuatro décadas. Más allá de los cambios estilísticos y las influencias del tiempo, estas obras revelan una narrativa visual continua.
Se percibe un hilo conductor que conecta las diferentes etapas, una exploración constante del paisaje no figurativo, en el cual, a pesar de la apariencia abstracta, se reconoce claramente la estructura del natural, la atmósfera y el espacio. Un tema que ha evolucionado con el paso del tiempo, pero que sigue siendo el sello distintivo de la pintora.
Esta exposición es el testimonio de la resistencia, la pasión y la dedicación a la expresión artística, incluso cuando el paso del tiempo podría sugerir una retirada. Esta muestra nos invita a sumergirnos en la vitalidad de una práctica artística que continúa con fuerza a a pesar del tiempo.
Entrada actualizada el el 22 ene de 2024
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