El pintor leonés Santiago Omaña expone once de sus últimos cuadros (todos han sido pintados este año), en los que plasma entre otras La catedral de León, San Marcos, el monasterio de Sandoval, Botines, el Palacio Episcopal de Astorga etc. En los cuadros, predominan los tonos ocres, típicos de la obra del artista, complementados con azules. La técnica es mixta, utilizando acrílicos, que matiza con collage, incorporando recortes de prensa leonesa, que tienen una doble finalidad: Por una parte se integran aportando luces y sombras y dibujando con dichos recortes líneas arquitectónicas. Por otra parte, el texto incluido en dichos recortes, principalmente de titulares de prensa, añaden, en muchas ocasiones, un significado extra a la obra.