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La muestra está compuesta de seis pinturas en diversos formatos realizados en óleo sobre tela y producidos entre el año 2011 y 2012. Las obras no contienen color, es una exposición de pinturas negras, práctica que Paulina viene desarrollando desde hace un tiempo y mediante la cual indaga en temas intrínsecamente relacionados entre sí como la construcción de la percepción, la revisión del relato, las velocidades de lo efímero, la pintura como fuerza de trabajo, el esfuerzo por percibir.

A través del uso de la ausencia del color, el negro, revela la oscuridad en su simplicidad y la presencia de las obras se manifiesta por la sustracción del color. Esta forma de pintar nos podría remitir al uso de la visión ... nocturna donde los objetos se pueden ver por la parte periférica de la retina cuando son invisibles para la fóvea central, es decir, las pinturas aquí presentadas hacen que usemos nuestro lado sensible marginal de la percepción visual, que veamos desde la periferia sensible.

Asimismo, podríamos inferir que las obras contienen imágenes que remiten a las diferentes velocidades con que ocurren los hechos históricos que, como consecuencia, producen cambios lentos o abruptos, íntimos o conocidos; el instante de un fuego artificial, un limón en el centro de un plato, un bosque como un colectivo que va avanzando de forma imperceptible, un papel de regalo, un ciervo agonizando. Estos son algunos de los temas que representa la artista en sus pinturas, logrando hacer presente la voluntad de permanecer, denotando el tiempo de la persistencia y la fugacidad.