Angelo Marinelli logra superar con su objetivo la relación con el tiempo y con el frenesí que invade nuestro tiempo. Capta aquello que se podría llamar la 'cultura de la urgencia' en el malestar del mundo contemporáneo, invadido de imágenes en muchos casos falsas o creadas a propósito para ser admiradas, aunque generalmente degradadas y, finalmente, devoradas por un vórtice sin fin.

Sus estructuras arquitectónicas confirman una visión interna del artista que indaga en el espacio con una profundidad puntillista y donde, aunque no presente, hay un Yo percibido.

Como en el área de juego, el campo de la creación y el territorio de la transformación lúdica que evoca en su composición la palabra 'Playground', estas nada infantiles metamorfosis no pueden prescindir de la contextualidad conceptual que cada quien busca en la percepción, ... cuando la mirada del artista y del espectador confluyen a través del medio de una cámara que construye entre ambos un segmento único de lectura o de divergencia.