Esta es una exposición sobre fotografía de Polaroid.

Y este título quiere decir, en el fondo, muchas cosas. La primera de ellas es que las imágenes expuestas no tienen nada que ver con la nostalgia o con la añoranza por una forma obsoleta de hacer fotografía: este no es el motivo principal de preocupación para estas imágenes. Tampoco es una estética retro lo que se pretende ofrecer aquí, una reivindicación de lo vintage o lo casual que puede ser la fotografía instantánea. Son imágenes instantáneas, pero despreocupadas del instante, del aquí y del ahora, sin ningún tipo de espontaneidad. Y por si todo esto fuera poco, son imágenes llenas de imperfecciones. No hay muchas muestras de nitidez, la mayoría de los tonos están virados por la caducidad de la película y tampoco hay deslumbrantes ... resoluciones ópticas que hagan de la realidad una versión pobre, superada por su copia.

Por el contrario aquí se trata de la fotografía como objeto. Como algo que desprende olores y que se puede respirar. Que se puede tocar, manipular, abrir, re-escribir, pintar, romper, transmutar, multiplicar. De algún modo se trata de explorar los límites de la fotografía de Polaroid, como continente y como contenido. Pero sobre todo como depositaria de ideas, pequeñas, que pueden caber en el tamaño de un bolsillo.

Eduardo Martínez Nieto nace en Cádiz en junio de 1983, hijo de un pintor y una profesora de matemáticas. Inicia, desarrolla y termina estudios en la Universidad de Granada, cursando una doble titulación: la primera de ellas prefiere no mencionarla -por irrelevante-, y la segunda son estudios de Teoría de la Literatura -no menos irrelevante por ser mencionada-.

Convencido de que su vocación es la escritura, desde 2007 se dedica, sin embargo, a la fotografía de Polaroid.Aunque todavía no le hayan publicado ni una línea de lo que ha escrito, ha participado en varias publicaciones internacionales de fotografía, como LightLeaks o Photoworks. Desde septiembre de 2008 forma parte de la exposición colectiva dedicada a Polaroid organizada por el colectivo 1Instant, cuyo itinerario parte de Nantes y Lyon, para recorrer posteriormente otras ciudades de Francia, Inglaterra y Estados Unidos.

Su interés por la fotografía instantánea va más allá de la nostalgia por una tecnología en vías de extinción o de la intención de adoptar una estética retro. En su obra, Polaroid es sólo un formato que actúa como soporte para poemas-objeto, además de ser un objeto en sí mismo cuyo olor, tacto y posibilidades de manipulación no dejan de seducirle. En la actualidad vive y trabaja en Barcelona.

SCREENSHOTS

Las imágenes de esta sección están realizadas con una cámara Polaroid sx70 sobre una pantalla de un ordenador portátil HP de 15'. En el momento de realizar la fotografía, la pantalla del ordenador muestra, en cada caso, una imagen tomada con una cámara digital. Para optimizar el proceso, la imagen digital fue tratada en curvas y niveles para regular el contraste.

Las fotografías obtenidas con esta técnica pueden servir para elaborar una confrontación entre la imagen digital y analógica -en este caso, instantánea-. La imagen digital se ha caracterizado, sobre todo, por la posibilidad de multiplicar de forma masiva una mismo ejemplar de la obra artística, diluyendo por completo la diferencia entre el original y su copia; llevando hasta el extremo lo que Walter Benjamin intuyera a comienzos del s. XX en la fotografía analógica de su tiempo. Sin embargo esta intuición es superada por el revelado instantáneo de Polaroid, que restaura en la fotografía el valor de obra original, haciéndola única e irrepetible: en este proceso de revelado, existe un único negativo convertido en imagen, del que difícilmente se pueden derivar copias. El resultado, después de poner en contacto estos dos procesos fotográficos, es una transformación mutua: lo digital se vuelve único y lo único, contenido en la imagen instantánea, se vuelve susceptible de ser multiplicado indefinidamente, al poder ser fotografiado de igual manera varias veces.

El mosaico que compone esta sección concreta la tensión dialéctica entre la reproductibilidad / noreproductibilidad de la imagen de Polaroid. La película instantánea Time-Zero responde, con esta técnica, con una gama de azules sorprendentes y difíciles de obtener de otra manera.

MANIPULACIÓN A MANO

La emulsión de la fotografía de Polaroid es bien conocida por sus posibilidades plásticas de manipulación, condición que se mantiene intacta tras varias semanas después del revelado. Existen varias técnicas ampliamente desarrolladas para llevar a cabo esta tarea, aunque la manipulación que se explora en esta sección es, quizás, una de las más atípicas y sencillas.

Se trata de un collage. Primero se abre la emulsión con un cutter, haciendo cuatro cortes en el reverso de la polaroid, una vez que el revelado ha concluido. Con esto se accede a la emulsión que la foto guarda en su interior, quedando su intimidad al descubierto. La emulsión es una pasta de elementos químicos que han quedado adheridos al negativo en el proceso de revelado. Con un poco de agua y con ayuda de papel absorbente, las zonas de la pasta química se pueden ir retirando poco a poco, definiendo diferentes niveles de transparencia según sea la cantidad de emulsión retirada. Para acabar, se añade una hoja impresa con el contenido temático que se quiera superponer a la imagen.

Una vez abierta la emulsión, también se puede vertir pintura en su interior y manipularla con un pincel. Para realizar esta técnica es necesario usar guantes de látex y mascarilla. Y extremar el cuidado milimétrico propio de una operación quirúrgica.

EMULSIÓN LIFT

Técnica a medio camino entre la pintura y la fotografía. Para realizarla se requiere de una lámina de papel de acuarela, pinceles, dos cubetas y agua caliente. El tipo de película instantánea que se suele emplear con esta técnica es peel-apart, cuyos materiales gelatinosos permiten este tipo de manipulación.

Una vez revelada la imagen, se introduce en agua hirviendo vertida en una cubeta. Después de tres minutos y, tras unos meneos delicados con el pincel, la emulsión se va desprendiendo poco a poco del papel fotográfico en el que ha quedado impresa en el proceso de revelado. Con la ayuda del pincel, la imagen por fin se desprende del todo y se introduce en una cubeta de agua fría, para deshacer las arrugas. Una vez resuelta, se transporta a un papel de acuarela, donde se puede disponer de diversas maneras o bien, extenderla para que todo quede liso o bien, rematarla con unos cortes para deshacer la emulsión. Una vez preparada, se deja secar. Y cuando todo ha terminado, la imagen se fusiona con el papel y acaba adquiriendo su textura.

Esta sección está compuesta por 6 imágenes originales, realizadas con Polaroid Land Camera 195 y ID-UV/669 como película instantánea.

HOLGAROID

Neologismo derivado de HOLGA y Polaroid. Proceso mixto. Consiste en emplear una cámara de medio formato, habitualmente de muy mala calidad - hecha de plástico y bastante barata- conocida como HOLGA; a menudo suele contener diferentes taras en su fabricación que provocan la intromisión indeseable de luz en su interior. A este desafortunado aparato se le añade una extensión que posibilita el uso de películas instantáneas de polaroid - polaroid back-holder -. El resultado de toda esta catástrofe es, milagrosamente, una imagen.

En este caso las imágenes son un híbrido que muestran el encanto propio de la fotografía de Holga -viñeteado o profundo desenfoque- y la textura propia de la imagen instantánea de Polaroid. La película empleada en esta sección son todas peel-apart.

La película peel-apart, a diferencia de la gama integral (Time-zero, polaroid 779, etc...) está compuesta por dos componentes: un negativo y papel fotográfico, que pueden desprenderse (de ahí su nombre, peel-apart). Al retirar la imagen de la cámara, ésta pasa por unos rodillos que extienden el líquido de revelado haciendo que el negativo quede pegado al papel. Una vez que ha pasado el tiempo necesario, el papel fotográfico se desprende del negativo, donde ha quedado impreso por efecto del revelado. El negativo resultante puede ser escaneado y, tras la edición oportuna, es posible recuperar la imagen original.

POÈME-OBJET

No es exactamente una técnica, sino una temática. Esta sección está compuesta por imágenes que dan sentido al título de la exposición. Son poemas-objeto. El poema-objeto no necesita introducción, para eso están las imágenes. Como anécdota, basta decir que su antecedente directo es el readymade del dadaísmo y fue popularizado por gente como Duchamp o Man Ray.

Las imágenes de esta sección suponen una ampliación del doble de la foto original. Para evitar una visualización inusual y anómala por la dimensiones, se prescinde del marco blanco característico de Polaroid, ofreciendo una visualización limpia de la imagen central que elude cualquier tipo de distracción.

Al retirar el borde clásico de Polaroid, son reveladas las verdaderas dimensiones del área de la imagen, que se corresponden con una versión diminuta de una película de formato medio.