El Consejo Nacional de Artes Plásticas concedió a Nelson Herrera Ysla el Premio de Curaduría en la categoría de Exposición Colectiva por su trabajo para la exposición Señales de vida: arquitectura y diseños cubanos y contemporáneos . También se otorgaron menciones a El ardid de los inocentes , de Onedys Calvo, presentada en Factoría Habana y Año fotográfico; Casa de las Américas 2013 , co-curada por Nahela Hechavarría Pouymiró y Cristina Figueroa Vives, expuesta en La Casa de las Américas.
En la categoría de Exposición Personal el ganador fue José Manuel Noceda Fernández, por su trabajo curatorial para la muestra Wifredo Lam, entre la pintura y el grabado . Esta muestra se presentó en el Centro Wifredo Lam (La Habana). Además, la curadora y crítica Caridad Blanco de la Cruz resultó acreedora de mención por la curaduría de la exposición Hálitos de la artista Elizabeth...Cerviño, presentada en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales (La Habana).
El jurado estuvo integrado por Luis Miret, director de Galería Habana y presidente de Subasta Habana; el investigador y crítico José Veigas y el artista Humberto Díaz.
Con el Premio de Crítica de Arte Guy Pérez Cisneros se reconoció en el apartado de ensayo al profesor y crítico Hamlet Fernández, quien ya lo obtuvo en la edición de 2010, por El cartel simulacro de R10: más que una cuestión de actitud, teniendo en cuenta el tema abordado en el contexto actual de la relación arte y diseño del artista Jorge Rodríguez (R10) . Además, recibió una mención Sandra Sosa Fernández, por Lectura de nubes. Arte cubano contemporáneo , ambos textos publicados en la Revista Artecubano.
En la categoría Reseña, el jurado falló en favor de Alexandre Arrechea en Park Avenue , de Sandra Sosa Fernández; asimismo se otorgó mención a Y si el hielo no se derrite... a propósito de Celia y Yunior de Anaeli Ibarra Cáceres. Los textos aparecieron en el tabloide Noticias de Artecubano.
El jurado estuvo compuesto por los intelectuales Magaly Espinosa, Luisa Marisy y David Mateo.
El Premio Guy Pérez Cisneros, instituido en 1999, tiene como objetivo estimular el desarrollo de la crítica de arte en Cuba mediante la distinción de los mejores trabajos realizados en las vertientes de ensayo y reseña; así como el tributo a un intelectual de extraordinaria valía dentro del campo de las artes visuales y la cultura en general. El Premio de Curaduría, por su parte, creado en el 2000, reconoce las mejores exposiciones realizadas en el año recién transcurrido en las modalidades de exhibición personal y colectiva.
Entrada actualizada el el 03 jun de 2014
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