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Adrien Elvive es capaz de pasar, sin que nos sorprendamos, de una obra abstracta a una obra figurativa y de una obra figurativa a una abstracta.  El artista nos cuenta que inició, en los primeros días del año 2008, varias series de imágenes al mismo tiempo. Su lema era pintar y borrar y empezar de nuevo, posibilidad que ofrecen las herramientas digitales. Arropados bajo los aspectos generales de su obra, los detalles los iba descubriendo, los iba utilizando o rechazando a medida que creaba. Volvería a trabajar sobre la serie 'Primavera soñada' en su pueblo, Niort, durante ... el verano pasado, introduciendo algunos retoques.

Las obras de su primera exposición en Artágora, que tanto llamaran la atención pese a su juventud, le valieron el reconocimiento del medio artístico en general.  Transcurrido ya casi un año, nos muestra, en una línea parecida a la anterior, lo que él ha denominado su '...a la  manera de una abstracción floral...', siempre con el trasfondo  del expresionismo abstracto, excluyendo la figura humana e incorporando a sus obras, realizadas en pantalla, el gesto y la naturaleza física de la acción de pintar, con el resultado de una imagen muy llamativa.

La obra, para el autor, ha de ser clara en su exposición y fácil de percibir. Por ello se esfuerza en que busquemos su complejidad en el proceso de la visón, y encontremos la nitidez de su estructura formal que deviene ligera en la mirada. La serie 'primavera soñada' nos remite, forzosamente, a una comunicación fluida con su público.