Vicente Martínez González (Quatretonda, la Vall d’Albaida, 1934). Estudia a l’Escola de Belles Arts Sant Carles. Su determinación ecléctica le lleva a expandir las posibilidades del arte tensando y superponiendo entre sí diversas disciplinas artísticas. Instala su taller y residencia en Soneja (Castellón).
Con voluntad interdisciplinar, añade el campo escultórico a su potencia artística, que significa de una manera física, epitelial y directa, a veces indómita, porque incluso en reposo la forma se percibe palpitante. Esta pulsión creativa se caracteriza por el apasionamiento hacia los materiales crudos, con polígonos de papel grueso plegados sobre sí, varillas manipuladas que se cruzan, trazos espaciales y líneas y piezas de metal que diagraman, sobre planos de madera, la trayectoria de su órbita: una catarsis politécnica percibida en acción. Todo esto hace que, para el marco referencial cultural, el trabajo de este creador valenciano tenga un valor histórico original y apreciado; un patrimonio que hoy...tenemos la oportunidad de exhibir y celebrar de manera intergeneracional.
Vicente Martínez esta vida dedicada al arte en el último pliego de su existencia. Porque es en el epílogo donde tendemos a contabilizar las pulsiones. Esta toma de consciencia sobre uno mismo solo acontece –atención– una vez en la vida: en un estado de lucidez y clarividencia donde se revela que la locución latina memento mori... es definitiva. En fin, son las tensiones resueltas de manera creativa las que componen el tema de este proyecto, donde la ultima pulsión pendiente y por saldar sería... la misma exposición.
Entrada actualizada el el 08 jul de 2022
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