El trabajo de Francisco Ugarte procura el encuentro. Momentos de coincidencias: de un material con otro, del entorno y la obra con el espectador; una hora y una luz del día específicas. Comparte la fascinación por el presente, la presencia; por aquello esencial que está ahí y siempre ha estado, aunque oculto a veces o tras un velo. Para ello, su obra se ocupa en hacer conscientes algunos rasgos elementales para la percepción de un tiempo y espacio. De ahí que la luz y fenómenos relacionados (sombras, reflejos, claroscuros) sean tema central en su obra. Pero también el dibujo. Un dibujo que colinda con la escritura (i wish i could paint a beautiful landscape) y funciona también como herramienta de exploración y conocimiento. Dibujo entendido aquí como contacto y reflejo de dos pares vitales para la creación artística: papel y grafito, líneas y círculos.
Reflection de Francisco Ugarte podría ser un...eco (reflejo) del libro homónimo, editado cuidadosamente por el sello Mixedmedia.press, pero no sólo eso. La experiencia de lectura lineal del libro, que implica el proceso performático que realizó el artista llenando de trazos simples toda una libreta para luego cerrarla y generar estos reflejos de grafito sobre papel; ese continuo de hojear el libro de izquierda a derecha, notar en los diversos dibujos y sus reflejos una suerte de narrativa, revivir el momento en que cuerpo y mente del artista están dedicados a una sola actividad, se ofrecen en esta exposición de manera total y abierta, observable de un solo golpe de vista. Esta ilusión de apertura y simultaneidad, lejos de intentar complacer la necesidad compulsiva de abarcar todo rápidamente y sin la mínima atención, exige al público cierto detenimiento —visual y mental—; simboliza, además, la constante búsqueda de Francisco Ugarte: ese instante siempre presente en donde transcurre el tiempo.
Los dípticos de mayor formato reproducen con lujo de detalle lo que fuera un garabato hecho casi al azar —a la manera del arte shodō de caligrafía japonesa— y su rastro correspondiente al volverlo a enfrentar con el papel y presionar. Acción, esta última, en la que el artista no tiene el control total del resultado, ni es el autor directo del trazo. Lo que era un dibujo abstracto es trasladado exactamente a gran escala, convirtiéndose así en una obra realista. El dibujo inicial es instintivo; la réplica de mayor tamaño, su reflejo ampliado, en cambio, surge de un trabajo artesanal premeditado.
Desde el minimalismo, la experiencia zen, y la metodología de la arquitectura, Francisco Ugarte parece desdibujar en esta exposición límites entre espacio y tiempo, abstracción y realismo; a la vez que recobra la admiración por estar presente: hacer sombra, rastro, reflejo.
Imágenes de la Exposición
Reflection 1 - Francisco Ugarte
Entrada actualizada el el 07 may de 2018
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