Registros para habitar es el territorio que Ana Paula Luberti nos muestra. Compuesto por otros espacios, a veces completos y otros fragmentados que denotan lo que fue, la huella de lo sucedido. Habitar un territorio se hace, para Luberti, una necesidad cotidiana, es entrar en él, estar en él. Que sus sentidos se lo apropien y luego volver al silencio de su taller para evocar, soñar y finalmente dibujar y ensamblar. Así crea mapas, recorridos posibles colores y texturas, por los que navegar o andar en tren y de esta manera su obra tiene el poder de la sencillez, de aquello que reconocemos, añoramos y queremos que perdure. Y en este viaje no podemos más que aceptar su invitación de compartir la fuerza que tiene tomar un territorio con nuestras emociones e ilusiones.