La exposición cuenta con curaduría de Lia Colombino y diseño de montaje de Osvaldo Salerno.
Yaluk presenta objetos, materiales orgánicos (caracoles, huesos, insectos) y textiles colectados y reorganizados instalativamente a partir de un ejercicio colector e imaginativo de la autora, inserto, además, en un itinerario: los insumos de Yaluk provienen de Roma, Túnez, Brasilia y recalan finalmente en Asunción. La exposición constituye un momento de especulación imaginativa y crítica respecto al futuro: la delicadeza de las piezas exhibidas pareciera dar cuenta de un futuro esplendoroso, contra todo pronóstico.
Según Lia Colombino, curadora de la exposición, la obra imagina una “delicadeza [que] pudiera ser un modo de vida. Aunque esa delicadeza doliera incluso. Sería un dolor amable, parecido al gozo”. Asimismo, la obra adquiere connotaciones específicas a partir del contexto del presente, marcado por crisis sanitarias y socioambientales: “Nos rodea un desierto cada vez más cercano”, afirma Colombino, “hemos sido desalojados del porvenir,...confinados por casi dos años, cubiertas nuestras caras. Alejados. Quizá este itinerario recorrido por Karina traiga algo de lo bello, de lo bueno que todo pudiera haber sido”.
Entrada actualizada el el 17 may de 2022
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