Con Tradebatur se inició en el año 2007, un ciclo que ha abordado por medio de una trilogía expositiva la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Obras artísticas pertenecientes a instituciones de la capital y de la provincia de Valladolid, realizadas por autores que van desde el siglo XV a la labor de imagineros contemporáneos, nos han mostrado pinturas, esculturas, libros y orfebrería de singular riqueza material, artística e iconográfica. Esa primera edición comenzó relatando los capítulos de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, mostrando el más antiguo de los conjuntos procesionales conservado en nuestra ciudad, para continuar desarrollando los capítulos del relato evangélico; La Última Cena, La Oración del Huerto y el Prendimiento.

El ciclo se interrumpió en 2008 para mostrar un monográfico sobre el gran escultor Gregorio Fernández; la gubia del ... barroco, teniendo su continuidad con la muestra Damnatus.

El pasado año, en esta misma sala, se abría la exposición con el Proceso en el cual se condenaba a muerte a Jesús, mostrando a continuación el Camino al Calvario y la Crucifixión, final de la agonía del Redentor, magníficamente representada por la talla del Cristo del Perdón, obra del escultor Luis Salvador Carmona.

En el presente año Resurrexit aborda el final de la serie, por medio de los capítulos del Descendimiento, el Entierro y finalmente como gran acontecimiento, la Resurrección. En el primero de ellos, Descendimiento destacan la presencia de obras como el Cristo crucificado de Juan de Juni de Olivares de Duero, el relieve del Descendimiento de Francisco Giralte perteneciente al retablo de la capilla del doctor Corral, y el Llanto sobre Cristo muerto de Alejo de Vahía que se conserva en el Museo Diocesano, o el del Maestro de la Moraleja de la iglesia de los Santos Juanes de Nava del Rey.

El capítulo del Entierro permitirá observar entre otras piezas el Cristo yacente de Gregorio Fernández del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, cuando se cumplen setenta y cinco años de su primera salida procesional por las calles de Valladolid. También estará la copia del Santo Sudario que en origen se encontraba en el desaparecido convento de las Lauras, el relieve que representa el Descenso de Cristo a los Infiernos tallado por Juan Ortiz el Viejo hacia 1520 para la iglesia de San Esteban de Amusquillo, o la Dolorosa de Pedro de Mena conservada en el Museo de Santa Ana, llegada recientemente de la Nacional Gallery de Londres donde ha compartido sala con algunas de las obras más importantes del barroco español.

La Resurrección estará representada entre otras por el Cristo Resucitado del siglo XVI de la iglesia parroquial de Santiago, que participó durante muchos años en la Semana Santa de Valladolid, los relieves de la Cena de Emaús y la Incredulidad de Santo Tomás de Fray Rodrigo de Holanda, cedidos por el Museo Colegio de San Gregorio, o el relieve de la Ascensión de Gil de Siloé (S. XV) de la iglesia de la Ascensión de Herrera de Duero. Pero nos deleitaremos también con la contemplación del Cristo Salvador pintado por El Greco hacia 1590, propiedad de las Descalzas Reales.

Resurrexit cierra un ciclo que ha tenido también un hilo conductor; la liturgia de la Semana Santa, mostrándose en todas las exposiciones una serie de piezas alusivas a ella, y contando en esta ocasión con la aportación de Don José Delicado Baeza, Arzobispo Emérito de Valladolid. En este apartado es muy destacable la presencia de la custodia procesional de la Colegiata de San Antolín de Medina del Campo, firmada por Cristóbal de Vergara a mediados del siglo XVI.