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Mientras estudiaba la trayectoria y la obra de Federico Romaguera, he tenido que quitarme el sombrero. Desde que le conocí hasta hoy, no ha dejado de asombrarme progresivamente su gran capacidad de impregnación de esencia humana. La misma de la que ha ido tirando durante las últimas dos décadas para vestirse con la piel del otro y captarlo desde dentro; se diría que a sus ilustres modelos les hubiera robado un poco el alma. Hablo de sus retratos.

La mirada Pop que Federico imbuía a sus pinturas y retratos en los años noventa, explora ahora, sin dejar de arriesgar como lo hacía entonces, otras opciones a la aproximación de la psique. ... Periodistas, escritores, críticos de Arte e intelectuales han coincidido al apreciar en sus textos el valor de su pintura. Miguel Signes, escritor y novelista, escribía estas palabras, aún vigentes, en los albores de la carrera de este artista escenógrafo, pintor y retratista:

'...la pintura de Romaguera no se entrega de buenas a primeras, sino que requiere que le prestemos atención, la que merece el pintor, el artista, por el esfuerzo que realiza y por la idea que le anima a encontrar nuevas dimensiones, nuevos caminos al arte del color, tan trillado y transitado... y, por tanto, tan difícil de recorrer.'

En la muestra pueden verse retratos del artista Salvador Soria, el poeta Francisco Brines, el Chef de Gandía Tano, el artista y escultor Ripollés, todos ellos valencianos egregios, además de otros personajes muy reconocidos fuera de nuestras fronteras.

Vale la pena acercarse!