A partir del viernes 9 de marzo, la Galería Tajamar reanuda el calendario 2012 y ofrece un nuevo aspecto. Además de su reciente remodelación, la exposición RETRO del artista chileno Gerardo Pulido (1975, Santiago) apuesta cambiar de manera radical la fachada e interior de la galería. La muestra, que se extenderá hasta el 30 de marzo, realiza, sin embargo, un cambio literalmente superficial: utilizando pintura sobre el vidrio de la galería, Pulido altera la materialidad de ésta, haciéndola parecer de madera y mármol.

Gerardo Pulido simula superficies de pino y mármol azul delimitadas en formas romboidales que rodean la 'vitrina', cubriendo un tercio de ella. Con este diseño, hay una exacerbación de los ángulos de la galería, obstruyendo en parte la visión (de transparencia), justamente a la altura de los ojos. RETRO (mármol azul en temple v/s pino en esmalte ... spray), título completo de la propuesta, continúa una indagación reciente del artista centrada en la práctica pictórica; en general, se basa en la trayectoria que, iniciada a fines de la década de 1990 realizando pequeñas esculturas de pan, sitúa a los materiales como protagonistas.

El artista explica algunas ideas sobre su intervención en Galería Tajamar:

'En el exterior de la galería, cual grafitero, trabajo con esmalte spray; en el interior, con temple, un material muy afín a artistas medievales y renacentistas. El adentro y el afuera se potencian, recalco la diferencia entre anverso y reverso así como el límite permeable e inherente de un espacio artístico en la 'trama social'. Si podemos hablar de mural, pienso que es uno callejero y palaciego a la vez; pasa de lo uno a lo otro -en parte- por haberse pintado sobre un vidrio (la rareza de ser una galería de arte acristalada implica una incomodidad para los artistas y una donación para el público).

El trabajo intenta, como muchos murales, adaptarse a lo particular de una arquitectura, cuestión que asume no solo a nivel material, sino que a nivel histórico y simbólico: reflota ideales modernistas -aunque diferidos, o sea, a la chilena- tras la creación de las Torres de Tajamar y de su entorno inmediato (Monumento a la Aviación Chilena, por ejemplo). A su vez, la obra discute con al menos dos exposiciones del 2011 en Galería Tajamar: las intervenciones pictóricas de I. Gumucio y de R. Canala.

Temporal y espacialmente, lo cercano y lo lejano se entrelazan en RETRO, convirtiendo al vidrio en un auténtico símbolo. No por nada Marcel Duchamp lo relacionaba con la cuarta dimensión. Desde este material a la madera, desde la invención del vidrio artificial a una manifestación rudimentaria como un trazo, de esos trayectos hablaría mi exposición. Pone en juego la ilusión de materiales y de volumen (trompe-l'oeil), la ilusión de valor (como en esos pilares de madera que aparentan ser de mármol) y, por qué no, la ilusión tras una obra de arte'.