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El fotógrafo barcelonés Ros Ribas ha retratado durante más de tres décadas los montajes escénicos de los teatros más importantes del estado español. Un repaso por su trayectoria profesional supone la reconstrucción de la historia del arte dramático en España en los últimos años. Una historia que puede ser olvidada por la propia condición del teatro de espectáculo efímero pero de la que Ros Ribas se ha convertido en testigo excepcional dejando miles de instantáneas que la documentan sin que por ello sus imágenes pierdan esa sensación de fugacidad inherente a las representaciones dramáticas. Por delante del objetivo de su cámara han pasado también los más sobresalientes directores de escena, actores y actrices españoles, creando retratos de gran intensidad porque, tal y como sugiere Patrice Chérau, es ... de los pocos fotógrafos que saben fijar el momento en el que un actor se abandona, se deja llevar por su personaje. Además de estos retratos, las imágenes de escena de Ros Ribas se han convertido en una herramienta fundamental para dramaturgos, escenógrafos, iluminadores y responsables de vestuario. Su capacidad de sugerencia, esa que le hace capaz de sintetizar en una imagen la atmósfera de una representación, trasciende también los límites del documento y hace que sus fotografías adquieran gran valor no sólo para los profesionales y amantes del teatro y la ópera sino para el público en general.

Esta exposición se organizó para rendir homenaje a su extensa carrera. Se incluyeron imágenes de sus archivos que recogían algunos de los más relevantes montajes escénicos del teatro español contemporáneo, además de un montaje videográfico. Fundador del prestigioso Teatre Lliure barcelonés en 1976, Ros Ribas es considerado imprescindible por muchos de los directores con los que ha trabajado, entre estos se puede destacar a Georges Lavaudant, Tomaz Pandur, Álex Rígola, Calixto Bieitio, Gerardo Vera, Mario Gas, José Luis Gómez, Lluís Pascual, o el propio Chérau. Ros Ribas, a pesar de ese papel que podría suponerse secundario, a pesar de estar siempre escondido detrás de su cámara fotográfica y colarse entre las bambalinas y en los ensayos, es uno de los actores protagonistas en la historia del teatro español actual.