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Para conocer a Rubén basta con ver sus dibujos y pinturas. Es un artista transparente, no engaña, su manera de ver y entender el mundo está reflejada en su obra.

Del conjunto de su obra que he podido ver, destacaría tres temáticas de su mundo creativo. La primera es su visión muy crítica y a la vez irónica sobre las injusticias y la falta de escrúpulos que hay en la época que le ha tocado vivir. La segunda es su mundo imaginario, mágico, plasmado en sus series sobre el circo donde tiene una visión tierna y conmovedora, quizás el mundo en el que  le gustaría vivir. La ... tercera, sus magníficos paisajes portuarios de la Boca, donde el color impregna todos los rincones, inundando los ojos de matices cromáticos.

A partir de su estancia en Catalunya participando en  la 1ª y 2ª Bienal de Arte de Corbera del Ebro de Derechos Humanos, 2009-2011 y su vasto trabajo en España, he tenido la oportunidad de ver cómo trabaja Rubén. Por si tenía alguna duda (que no la tenía), he comprobado la gran facilidad que tiene para crear, que unido a un virtuosismo técnico al alcance de pocos, hace que en su obra quede plasmado su compromiso ético y estético.

Ver una exposición de Rubén Borré, requiere un esfuerzo intelectual y a la vez sensitivo, si estamos dispuestos a entrar en su mundo seguro que saldremos reforzados como seres humanos, a mí me ha pasado y que sea por muchos años.