Michael Grudziecki es un artista polaco afincado en Munich. Grudziecki es un artista que hace de la arquitectura su material de trabajo.

Grudziecki trabaja meticulosamente: mide, proyecta, compone, ilumina... Es un escenógrafo aplicado, diligente y cuidadoso. En su nueva serie de obras pictóricas tituladas 'Sea forts' compone imágenes surreales a base de contenedores marítimos sobre diferentes escenarios.

La primera constante que domina la actual obra de Grudziecki es la presencia imperativa de estos contenedores. Contenedores rojos y verdes; contenedores solitarios o en 'cardumen'; contenedores sobre estructuras complejas aunque en apariencia de absurda funcionalidad.

La segunda constante, la más sutil y refinada, la que alcanza al observador un instante más tarde y casi de imprevisto, la que trasciende lo puramente visual, es el sentimiento de soledad, de aislamiento y de incomunicación que se experimenta frente a sus plataformas. Estas se encuentran ancladas en el preciso punto medio del océano, equidistantes a toda probable humanidad repartida sobre las costas más próximas a cada margen.

El contenedor es utilizado por M. Grudzieckie como metáfora de hogar. Un hogar que el artista imagina, transportable y dotado únicamente de lo imprescindible para la supervivencia mientras se encuentre recluido. Es, además, una celda en el epicentro de la inmensidad, pero una celda cuyo emplazamiento no es arbitrario. El contenedor no asume solamente un destino formal y estético en sus pinturas, sino que su ubicación ha sido estudiada y resuelta su instalación en lo alto para atalayar. Porque sus 'Fortalezas Marinas' son atalayas, bastiones de un imperio de soledad y destierro. Son el último y más apartado baluarte de lo humano y el refugio más lejano para salvaguardarse del mar.

Michael Grudziecki avizora, otea y contempla, vigilante, hacia las costas del plano de lo real de quienes observamos. Y es desde ese otro lado, desde sus torres desoladas que concibe su obra.