Lo que según muchos pensadores de hoy es una de las mayores crisis en la Europa moderna no reside en términos económicos, sino en su difícil relación con el pasado. El único lugar donde el pasado es el presente, y si el presente ya no siente su pasado como lo vivimos, es difícil avanzar. Pasado y presente se han convertido cada vez más en categorías de imágenes planas horizontales donde las celebraciones de las acciones comunes de los medios sociales se mezclan con violencia, tonterías, políticas peligrosas, odio. Como pequeña contribución a una reflexión más amplia hacia una discusión a largo plazo, Bruno Marrapodi presenta aquí una serie de bocetos que provienen de su serie "Pintura al mar", donde las playas y el mar diseñan un nuevo vocabulario simbólico que atraviesa diferentes épocas y estados de ánimo. La instalación se concibe como palimpsesto de dibujos e imágenes originales proyectadas.