Profesional de la dicha
No escribiré palabras de congruencia rebosando incongruencias acerca de mi amigo, esas máscaras se las dejo al mundo del arte. Resulta tragicómico a estas alturas del partido seguir pretendiendo que las cosas tengan sentido cuando ya casi nada tiene sentido, tal vez el simple hecho de estar vivos sea motivo de alegría para seguir caminando un rato más, quién sabe pa’ dónde y quién sabe pa’ qué. En esas estamos. En las contradicciones nos hacemos y deshacemos, vacunados o sin vacunar somos pasajeros en este teatro del absurdo en dónde ya perdimos la vitalidad por estar tan seguros de no perder la vida… vaya embuste de pinche certeza inútil. Las utilidades se quedaron sin utilidad, sin remedio, al carajo. En medio del desastre queda poca cosa; acaso la luz del humor iluminando la obscuridad, relámpagos de claridad en la emoción de reír. La risa y su lozanía,...toda esa energía que liberamos en una carcajada, puro gozo y desenfado. Pero ser espontáneo también se convirtió en una especie en extinción, ser natural ahora es un peligro en el pantano que navegamos. Así vivimos pero sobrevivir no es subsistir, es multiplicar restando: soltando para intentar seguir. Ir y reír, esto es lo que Héctor Madera procura hacer buena parte del tiempo.
-Jonathan Hernández
Entrada actualizada el el 09 mar de 2022
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