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“Galeria Barbarin” programa una doble exposición dedicada a la obra de los artistas coreanos Duck Sung Kang (pintor y grabador) y Suk Ho Choi (escultor). Quiere contribuir, desde un espacio joven que apuesta por el arte contemporáneo internacional, al desembarco que Corea, como potencia artística emergente, realizará esta primavera en Madrid. Uniéndose así a las iniciativas públicas que han propiciado la presencia de Corea como país invitado en ARCO?07 y al programa “Corea Ahora”, donde podrán contemplarse diversos aspectos de la creación coreana contemporánea en espacios institucionales como Fundación Telefónica, la Casa Encendida y las salas del Canal de Isabel II. ...

Corea esta viviendo un momento de efervescencia cultural extraordinaria, y junto a Singapur, China y en menor medida Japón se ha convertido en uno de los ejes esenciales de la creación plástica contemporánea. En pocos años, en el caso de Corea desde finales de los 80, han sabido crear una tupida trama de instituciones artísticas, bienales de arte y coleccionistas que han despertado el interés y la admiración del mundo plástico occidental.

Con la elección de Duck Sung Kang y Suk Ho Choi “Galería Barbarin” quiere presentar al público madrileño la obra de dos artistas con una trayectoria internacional consolidada que han sabido establecer con su obra un fructífero dialogo entre tradición milenaria y modernidad, entre el arte y la naturaleza en su concepción oriental.

Duck Sung Kang (1954)
En el caso de Kang sus pinturas y grabados se basan en una gama cromática limitada donde el protagonismo absoluto corresponde a unos gestuales trazos negros, densos y empastados. Trazos vigorosos que nos recuerdan a la pintura de paisaje china y a los trazos precisos de la caligrafía, que hemos de recordar tiene en el arte asiático de influencia budista un estatus igual o superior a la pintura. A la vez el tratamiento denso de la materia pictórica nos recuerda la influencia que en la primera pintura verdaderamente contemporánea coreana, a principios de los 60, tuvo el informalismo y el expresionismo abstracto.

Suk Ho Choi (1955)

Choi, afincado en Japón, trabaja la escultura y la instalación en madera como materia prima esencial. Emplea el material en bruto, incorporando a sus obras de una expresividad contenida, fragmentos como ramas o cortes transversales y tablones en los que las vetas se convierten en dibujos en línea en los que a veces aplica leves manchas de color. En esta ocasión presenta un conjunto de pequeñas esculturas de pared que recuerdan a hojas petrificadas
de gigantescos árboles milenarios. El árbol es una imagen recurrente en Choi. Un símbolo de la naturaleza y su relación con el hombre, y una materia de la que extrae todas sus cualidades táctiles y visuales.