Esta exposición es parte del Festival Off de PhotoESPAÑA 2022.
La galería Elvira González expone por primera vez la obra de Albarrán Cabrera, bajo cuyo nombre se encuentran los fotógrafos Anna Cabrera (Sevilla, 1969) y Ángel Albarrán (1969, Barcelona) que trabajan juntos como dúo colaborativo con sede en Barcelona. La cuestión que recorre todo su trabajo es cómo las imágenes desencadenan recuerdos individuales en el espectador. Dependiendo de sus antecedentes sociales y culturales y de su experiencia personal, los espectadores perciben las imágenes de manera completamente diferente. Albarrán Cabrera fundamenta su trabajo en factores como el tiempo, la realidad, la existencia, la identidad y la empatía. Las relaciones que generan todos estos factores, difíciles de verbalizar, se explica a través de sus imágenes.
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La posibilidad de tener una herramienta con la que investigar la realidad es lo que nos condujo al medio fotográfico. Al principio, fotografiábamos con la simple intención de registrar...lo que veíamos. Pero enseguida nuestro interés pasó de capturar la apariencia superficial de la realidad a investigar su ‘estructura subyacente’. Usamos la fotografía para entender el mundo y nuestras imágenes son el subproducto de esa investigación, los cuadernos de notas de nuestra búsqueda.
La fotografía por sí sola no funciona como herramienta de aprendizaje sin la ayuda de nuestros recuerdos. Recordar no es más que un proceso de continua reconstrucción y recreación. Este mecanismo se pone en marcha de forma voluntaria o cuando hay una sensación que lo desencadena. Al mirar una imagen, el cerebro intenta interpretarla utilizando las memorias que tenemos almacenadas generando en el proceso nuevos recuerdos y nuevas ideas. Como estructura dinámica que es, el cerebro se modifica cada vez que experimenta una nueva sensación o se genera un nuevo pensamiento. De hecho, interpretar una imagen no sólo cambiará nuestra manera de proyectar el futuro y añadirá nuevas ideas a nuestro conocimiento, sino que también modificará nuestros recuerdos pasados.
De este modo, la interpretación de una misma imagen es diferente para cada persona que la mira dependiendo de sus experiencias, cultura y recuerdos. Al observar una fotografía añadimos a lo que recibimos a través de los sentidos lo que tenemos almacenado en nuestra memoria. A partir de ahí recreamos e interpretamos toda esa información dándole sentido a lo que nos rodea. Como fotógrafos, podemos explicar diferentes conceptos y la relación entre ellos sin la necesidad de un lenguaje verbal y un código lingüístico. En su lugar, usamos imágenes y fotografías.
Hay una brecha entre la realidad y lo que entendemos como real. Y la fotografía, como dijo una vez el dramaturgo japonés Chikamatsu Monzaemon refiriéndose al arte en general, se encuentra en la frontera entre lo real y lo irreal, lo verdadero y lo falso. Ayudándonos así a descubrir lo que ignoramos.
Sin embargo, la fotografía es un medio limitado. Es una lucha entre la mirada y la tecnología. Los fotógrafos sólo pueden crear lo que la tecnología y los procesos que están disponibles en ese momento les permiten crear. Tanto convenciones artísticas como aspiraciones personales pueden influenciar al fotógrafo, pero éste sólo puede llegar tan lejos como la tecnología le permita.
Cuando la tecnología disponible no es suficiente para hacer realidad la visión del fotógrafo, es decisión suya cambiar esa situación inventando nuevas técnicas y procesos o experimentando con técnicas ya establecidas usándolas de un modo diferente. En nuestro caso, el querer mostrar una serie de conceptos y explicar una serie de ideas con nuestro trabajo nos llevó a buscar formas de expandir nuestra ‘sintaxis fotográfica’.
Esto nos ha hecho centrarnos no sólo en la imagen en sí, sino también en su manifestación física como fotografía impresa. Dedicamos mucho tiempo y esfuerzo creando nosotros mismos las representaciones impresas de nuestras ideas. Para nosotros las fotografías no son sólo imágenes, sino también objetos físicos. Tal y como explica William Crawford en su libro The Keepers of Light cuando habla de la sintaxis fotográfica: “El método de impresión, introduce los elementos finales de sintaxis: determina la forma que toma la imagen como un objeto tangible [...] Hasta la textura del material impreso es parte de la sintaxis, porque sus cualidades reflectantes afectan nuestra percepción de los tonos de la imagen. [...]
Tal y como Lyle Rexer expone en su libro The Edge of Vision: “La fotografía es a la vez una investigación de la realidad y la forma de investigar esa realidad [...] la fotografía no es un ‘mirar’ o un ‘mirar a través’ es un ‘mirar con’.”
Entrada actualizada el el 25 may de 2022
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