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La exposición está compuesta de pinturas hechas para ser expuestas en Die Ecke.

Las pinturas son pinturas de dibujos. Traducen, mal, bien o equivocadamente los dibujos.

Los dibujos son hechos de forma similar a los dibujos hechos al estar hablando por teléfono, pero de forma concentrada, larga y con objetivos contrarios a los de los dibujos hechos sin pensar cuando uno habla por teléfono, o sea son muy diferentes a los dibujos hechos cuando alguien habla por teléfono, sin pensar.

La posible única conexión puede ser que son hechos sin un control determinado por como se tiene que dibujar.

Los dibujos son sorpresas.

Las pinturas contienen efectos simples borrados y re-hechos, sin más criterio que el de pensar qué ... funciona y qué no.

Qué funciona en pintura es debatible, en este caso está basado en querer que ciertas cosas obvias no pasen y otras menos obvias sí. Que la pintura quede bien o mal es resultado de ese proceso. Bien o mal no importa.

Las pinturas no son sorpresas, contienen una serie de operaciones aburridas y largas. Las relaciones entre las operaciones aburridas y largas pueden no serlo.

Esa contradicción puede ser más interesante que la sorpresa del dibujo.